El antropocentrismo es la ideología que promulga que el ser humano es el centro y la medida de todas las cosas existentes en el universo, haciendo que sean las personas quienes merezcan la atención moral sobre todo lo demás, incluyendo Dios. De esta forma, sería el ser humano, su bienestar y su condición (condición humana, diferente de las situaciones en las que se encuentran los animales y el resto de las cosas en tanto se tiene consciencia de la existencia), los elementos que regirían todo lo demás, buscando la organización del mundo de acuerdo a estas características. Este movimiento surgió a comienzos del siglo XVI durante el Renacimiento y el comienzo de la Edad Moderna, reemplazando el pensamiento imperante hasta el momento centrado en el teocentrismo, el cual suponía que Dios era el centro del universo y el encargado de darle orden a todas las cosas. El origen de la palabra parte del vocablo griego anthropos, que puede traducirse como ser humano, y kentron, que puede traducirse como aguijón o punzón, centro de algo más grande.
Las críticas al antropocentrismo vienen de su principio de afirmar que únicamente el ser humano debe tener consideración moral, negando así el que sean tomadas en cuenta el resto de las especies del planeta. Esto es defendido por los defensores de los derechos animales, argumentando que el ser humano debe buscar la armonía con el resto de los seres con los que cohabita, teniendo mayor responsabilidad que estos al ser consciente de sus acciones y, aun así, destruir el hábitat en el que todos convivimos. De igual manera, se critica el concepto de diseño inteligente, usado por el antropocentrismo para justificar lo inevitable y lo prioritario de la existencia humana, como si esta fuera producto del destino y no una casualidad de la evolución y el desarrollo del universo.
El antropocentrismo dio lugar a dos movimientos: por un lado, el humanismo, el cual fue un movimiento intelectual que tuvo por objeto de estudio al ser humano en área como la literatura, la filosofía y la teología; por el otro, el renacimiento, movimiento cultural y artístico que nació a partir del rescate y el resurgir de los textos y el pensamiento antiguo (de la Antigua Grecia y de la Antigua Roma), causado por la llegada de los sabios bizantinos que llegaron a Italia con la conquista de Constantinopla por parte de los turcos. Este último tuvo gran influencia en la pintura, la arquitectura y la escultura, entre otras artes. Entre los antecedentes del antropocentrismo pueden nombrarse a Francesco Petrarca
Algunos otros de los principales pensadores del antropocentrismo son: Dante Aliguieri, Francisco Petrarca, Giovanni Boccacio, Gemisto Salutati, Leon Battista Alberti, Erasmo Róterdam, Tomás Moro, Michel de Montaigne, Gemisto Pletón, Leonardo Bruni, Antonio Beccadelli el Panormitano, Lorenzo Valla, Alfonso de Planecia, Giovanni Pontano, Marsilio Ficino, Antonio de Nebrija, Gonzalo García de Santa María, Angelo Poliziano, Lucio Marineo Sículo, Pico della Mirandola, Guillaume Budé, Hernán Núñez de Toledo, Giulio Cesare Scaligero, Juan de Valdés, Juan Luis Vives y Robert Estienne, entre otros.
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