¿Cuáles fueron las causas del descubrimiento de América?

El descubrimiento de América realizado por Colón en 1492 fue un hecho de vital importancia para la historia de la humanidad, pues puso en relación la cultura del mundo europeo con las distintas culturas indígenas del llamado Nuevo continente. No obstante, el término “descubrimiento” ha sido puesto duda por distintos autores actuales. En primer lugar, si se entiendo que descubrir hace referencia a ver por primera vez algo, América fue descubierta por el ser humano hace 14.000 años, aproximadamente, cuando varios homo sapiens llegaron desde Asia a través del puente de Bering; en segundo lugar, se tiene evidencia de que los vikingos llegaron varios años antes, primero a Groenlandia y más tarde a las costas de Canadá. Como todo acontecimiento histórico, de relevancia o de importancia mínima, el viaje de Colón tuvo varios antecedentes que lo posibilitaron. Así, las principales causas su viaje a América son:

Caída de Constantinopla: el Imperio Bizantino, también conocido como el Imperio romano de Oriente, funcionaba como una puerta entre el mundo occidental y el mundo oriental. El comercio con los bizantinos les permitía a los europeos hacerse con especias y productos propios de la India y del medio Oriente, inexistentes en sus propios territorios. Pero este comercio llegó a su fin cuando los turcos invadieron Constantinopla, la última ciudad bizantina que se sostuvo en pie. A partir de esto, los europeos ya no pudieron seguir comerciando y se vieron en la necesidad de encontrar nuevas rutas comerciales. Por ejemplo, los portugueses habían logrado llegar a la India al bordear la costa de África. No obstante, el viaje era más largo que viajando hacia el oeste, según les comunicó Cristóbal Colón

a los reyes españoles.

Deseo de negociar con el lejano Oriente: el mundo europeo estaba al tanto del desarrollo que habían tenido las potencias de China y Japón durante el siglo XV, por lo que estaba deseoso de comerciar con estas naciones. No obstante, llegar hasta ahí era imposible por las distintas disputas que había en el Oriente Medio. La única solución era encontrar una ruta alternativa para llegar hasta los países asiáticos, y esta se encontraba en el mar, no hacia el este (donde se encontraban), sino hacia el oeste, pues bordear el norte de Asia o el sur de África era un viaje largo, costoso y peligroso.

Evangelización: más allá de los deseos comerciales, los gobernantes europeos, en su mayoría católicos, se sentían con el deber de cristianizar y de entregarle la palabra de Dios a los pueblos que tenían otras religiones. Es por esta razón que sentían la necesidad de descubrir nuevos territorios y de llegar a los que ya conocían y se encontraban alejados, para cumplir con el mandato divino.