¿Qué es un epílogo?

Un epílogo es la parte de una narración que viene después del final y que resulta opcional tanto en obras de ficción como de no ficción. De tal forma que se puede encontrar en novelas, cuentos, relatos, obras de teatro, películas, series de televisión y videojuegos. El término epílogo proviene del griego epílogos (ἐπίλογος), que se puede traducir como “conclusión”. Este está conformado a su vez por los vocablos epi- (ἐπί-), que traduce “sobre”, y légein (λέγειν), que traduce “discurso”. Si bien el epílogo contiene información que puede ser interesante dentro del relato, como la vida de los protagonistas después de determinada aventura, no hace parte del cierre, del final, por lo cual su lectura o apreciación es opcional. En algunos casos, el epílogo incluso tiene una forma narrativa distinta de toda la narración, que puede incluir el cambio de narrador, el cambio de tono, el cambio de espacio temporal, etc. El epílogo, como paratexto del final de una narración, está en oposición al prólogo, que brinda información de interés antes de abordar una obra.

Dentro de la literatura, es usual que el epílogo cuente como un capítulo extra después del final de la historia. Como se decía anteriormente, los epílogos literarios usualmente narran lo que ocurrió después en la vida de los personajes, usualmente muchos años después de lo ocurrido en la misma obra. Además de esto, también es frecuente que en los epílogos se introduzcan nuevos personajes o eventos que den pie a una secuela. También pueden encontrarse casos en los que el epílogo aclara el final de una obra que es ambigua. En algunos casos, es el autor mismo quien se dirige al lector en el epílogo, hablándole sobre el libro que acaba de leer y sobre su proceso de escritura, su propia vida, eventos futuros o hechos reales.

Dentro del cine, los epílogos tienen varias formas predefinidas que se pueden encontrar en varias películas. Una de las formas más conocidas de epílogo es la proyección de una serie de imágenes fijas, usualmente simulando fotografías, en donde se ve la vida posterior de los personajes a veces acompañado de un texto explicativo o de una voz en off que cuenta qué les pasó. Otro caso muy visto, en especial en aquellas películas basadas en hechos reales, es mostrar la comparación entre las escenas de la película y fotografías de los acontecimientos reales para concientizar al espectador sobre una situación. En estos casos también se dan epílogos hechos únicamente con texto, con intertítulos, como también ocurre en algunos documentales. Además de esto, los epílogos pueden venir después de una pausa tras la escena final, usualmente con intertítulos como “muchos años después”; pueden proyectarse junto a los créditos para hacerlos más divertidos; o pueden aparecer como una escena post-créditos, de forma que se corre el riesgo de que las personas se pierdan este contenido por salir de las salas de cine o quitar la película de sus reproductores en cuanto aparecen los créditos. Anteriormente, aunque algunas películas lo siguen haciendo, se ponía junto a los créditos escenas eliminadas de la película.

En los videojuegos, los epílogos suelen tener las mismas variaciones que en las películas, aunque con la diferencia de que muchas veces son jugables o interactivos. Así, una vez terminado el juego, el jugador aparece en una escena de epílogo donde maneja al personaje a su voluntad. En los videojuegos que tienen finales múltiples, los epílogos varían dependiendo de las decisiones que el jugador haya tomado a lo largo del juego e incluso puede variar dependiendo de qué haga el jugador en el mismo epílogo. Por lo general, los epílogos en los videojuegos se utilizan, más que para cerrar la historia, para generar expectativa sobre una posible secuela. Además de esto, en algunas ocasiones los epílogos también ofrecen recompensas para que el jugador inicie un nuevo juego con varias mejoras o cambios en la jugabilidad, como mayor dificultad, nuevas armas, nuevas apariencias de los personajes, modificaciones gráficas, etc. En estos casos, también se le suele obsequiar al jugador contenido extra, como la banda sonora, el concept art, el proceso de desarrollo, etc.