Ignorancia

¿Qué es la ignorancia?

La ignorancia es el término con el cual se designa la falta de experiencia o conocimiento, y tiene aplicaciones dentro de la jurisprudencia, la filosofía y la pedagogía. El término puede ser empleado en las personas que desconocen ciertas cosas concretas (ignorancia objetiva), que deciden ignorar ciertas cosas (ignorancia subjetiva) o que desconocen cómo realizar algo (ignorancia técnica). El origen de la palabra proviene del latín ignorare, que puede traducirse como no saber.

Dentro de la filosofía oriental, como el budismo y el hinduismo, la ignorancia es entendida como uno de los venenos del karma, junto a la repugnancia y el deseo; y hace parte también del primer paso para el dukkha (sufrimiento). Dentro de la filosofía occidental, la ignorancia es estudiada por la agnotología y diferencia dos clases: la ignorancia sabia, en la que se es consciente de que no se sabe, como la famosa frase de Sócrates: “yo sólo sé que nada sé”; y la ignorancia profunda, en la que no se tiene consciencia de que no se sabe, muchas veces denominada como inocencia.

¿Cuáles son los grados de la ignorancia?

La ignorancia es definida por varios autores como la primera afirmación dentro del proceso de obtención del conocimiento. Así, puede decirse que ignorancia y conocimiento se encuentran en una relación de interdependencia, en donde la predominancia de uno supone la ausencia o la atenuación del otro. De esta forma, puede decirse que los grados de conocimiento/ignorancia son:

• Conocimiento borroso: afirmado como confusión, es el grado en el que las cosas no están del todo definidas, por lo que a duras penas se reconocen.
• Conocimiento indicativo: afirmado como sospecha, es el grado en el que se tiene más una dirección hacia dónde puede estar el conocimiento que algo concreto.
• Conocimiento ambigüedad: afirmado como duda, es el grado en el que la dirección anterior era cierta, pero ahora se tienen sobre la balanza dos posibilidades.
• Conocimiento preponderante: afirmado como opinión, la duda entre las dos posibilidades es resuelta, por lo que el objeto de conocimiento se manifiesta en su apariencia.
• Conocimiento efectivo: afirmado como certeza, es el momento en el que aparece un concepto afirmativo claro que reconstituye al objeto de la realidad.

La ignorancia dentro de la jurisprudencia

Dentro de las leyes, la ignorancia cobró relevancia en sus comienzos de mano de Sócrates, quien planteó que las personas eran malas por ignorancia. Esta idea puede verse contrapuesta dentro del sistema legal de la Antigua Roma, en donde uno de sus principios dicta ignorantia juris non excusat

o ignorantia legis neminem excusat, que puede traducirse como “la ignorancia de la ley no exime de su cumplimiento”. No obstante, este principio también supone que las leyes sean dadas a conocer a la mayoría del pueblo, pues las personas podrían ser condenadas por normas secretas, como ocurría en las monarquías absolutas. Actualmente, la mayoría de los países del mundo funcionan bajo el principio de promulgación y publicación.