Introducción

¿Qué es una introducción?

La introducción es la parte inicial de todo trabajo de investigación, y de algunos otros textos, que busca sintetizar lo que vendrá a continuación. De esta forma, la introducción se encarga de señalar y resumir cada uno de los aspectos del texto sin desarrollarlos, tales como el tema, la problemática, la metodología, la bibliografía, etc., salvo la conclusión.

¿Cómo se escribe una introducción? ¿Cómo redactar una introducción?

Contrario a lo que se suele pensar, la introducción debe escribirse luego de que se haya escrito por completo un texto o una investigación. Esto se debe a que su función es la de sintetizar la información, y no puede sintetizar aquello que todavía no se ha hecho. Si se escribe primero, es muy probable que la introducción deje de lado elementos que el autor no había previsto pero que terminaron desarrollándose a lo largo del trabajo.

Como la introducción es lo primero que el lector verá, luego del título, es necesario que su lenguaje sea claro y conciso, pero que logré invitar al lector a que siga leyendo. También es necesario que logré resumir todos los elementos que va a tratar el libro, su propósito, la bibliografía usada y la metodología. Pese a que puede ser considerada como un capítulo o un apartado más del libro, no se le debe numerar como tal. De esta forma, la introducción no se debe marcar como si fuera el primer capítulo del escrito.

Tipos de introducción

Pese a que la introducción del trabajo investigativo suele ser bastante estricta en cuanto a su forma y su lenguaje, existen varios tipos de introducción que podrían servir para organizar de mejor manera la información o para llamar la atención del lector. Algunos de estos tipos son:

Introducción con cita: se utiliza el apartado de otro texto como fuente de autoridad para desplegar lo que se dirá a continuación. Por supuesto, el contenido de la cita y el contenido de la introducción deben estar relacionados.

Introducción con anécdota: se comienza el texto con el relato de una experiencia personal para mostrarle al lector, de forma más íntima, a quién está leyendo, así como su relación con el tema que leerá a continuación.

Introducción con pregunta retórica: se comienza el texto con una pregunta, la cual se responderá a lo largo de la introducción. Esto funciona para que el lector también genere sus propias preguntas antes de que el texto las responda.

Introducción con forma de embudo: Se comienza en la primera frase con una información general, que luego será dividida en elementos particulares a lo largo del párrafo o de la introducción.

Introducción de contraste: se trata un tema que es, a la vez, contrastado con otro.

Introducción con referencia cultura: se relata o se menciona un hecho que el lector pueda identificar fácilmente, y que sirve como metáfora del tema de la introducción o tiene alguna relación con este.