La homofonía es el fenómeno lingüístico ocurrido cuando dos palabras con significados diferentes poseen una misma pronunciación o una semejante. Por esta razón, las palabras homófonas hacen parte de la homonimia, y no deben confundirse con la polisemia ni con la sinonimia. El origen de la palabra homofonía proviene del vocablo griego homóphōnos, conformado por el vocablo hómoios, que puede traducirse como “semejante, parecido o igual”, y por el vocablo phōnḗ, que puede traducirse como “voz, sonido”. La homofonía también puede encontrarse en la música, cuando diferentes instrumentos o voces suenan al unísono, conformando acordes.
La diferencia entre homofonía y homografía radica en que la primera es la semejanza o igualdad en la pronunciación de dos o más palabras, mientras la segunda es la semejanza o igualdad en la escritura de dos o más palabras. No obstante, dado que el español posee un alto nivel de concordancia entre sus grafemas y sus fonemas, la mayoría de las palabras homógrafas terminan siendo homófonas y viceversa.
Algunos ejemplos de homofonía en español son:
Con las letras “b” y “v”: acerbo/acervo, había/avía, bacía/vacía, bacilo/vacilo, bajilla/vajilla, bale/vale, bario/vario, barita/varita, barón/varón, baso/vaso, basto/vasto, bastos/vastos, bate/vate, bello/vello, beta/veta, bidente/vidente, bienes/vienes, biga/viga, bota/vota, bote/vote, cabila/cavila, cabo/cavo, combine/convine, graba/grava, grabado/gravado, hierba/hierva, rebelar/revelar, sabia/savia, tubo/tuvo.
Con las letras “g” y “j”: agito/ajito.
Con las letras “ll” y “y”: abollar/aboyar, callado/cayado, calló/cayó, callo/cayo, hallamos/hayamos, hulla/huya, malla/maya, ralla/raya, valla/vaya.
Con las letras “c” y “s”: ciego/siego, ciervo/siervo, Asia/hacia, cocido/cosido.
Con las letras “s” y “z”: has/haz, seta/zeta, casa/caza, baso/bazo, vos/voz.
Con vocal y con “h”: a/ha, ablando/hablando, abría/habría, aceros/haceros, ala/hala, amada/hamada, aprender/aprehender, aremos/haremos, arte/harte, as/has, Asia/hacia, asta/hasta, atajo/hatajo, ato/hato, avía/había, ay/hay/ahí, desecho/deshecho, deshojar/desojar, e/he, echo/hecho, enebro/enhebro, errar/herrar, hola/ola, hojear/ojear, honda/onda, hora/ora, huso/uso, izo/hizo.
Dado que con el mismo sonido pueden representarse dos significados diferentes, la homofonía puede prestarse para construcciones de ambigüedad léxica. Algunos ejemplos son:
Vaya, eso es lo que necesito/Valla, eso es lo que necesito. En esta ambigüedad por homofonía, no puede distinguirse entre ambas palabras si la oración es enunciada oralmente.
Ya lo cocí/Ya lo cosí. En esta ambigüedad por homofonía, no se sabe si el objeto ya fue cocinado o si fue cosido con hilo y aguja.
¿Cuál es la tasa?/¿Cuál es la taza?. Al igual que en los ejemplos anteriores, esta pregunta, escuchada, puede entenderse de dos formas distintas.
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