Los plaguicidas, también conocidos como pesticidas o biocidas, son sustancias utilizadas para eliminar, prevenir, combatir o repeler plagas que puedan afectar a las plantas o a los animales, especialmente a los pensados para el consumo humano. Es por ello que su uso es frecuente dentro de la agricultura y la ganadería. Dentro del término de plaga entran diferentes organismos, como pájaros, roedores, peces, insectos, moluscos, bacterias y virus, entre otros. Algunos de los insecticidas más utilizados en la agricultura son: Acefato, Carbarilo, Clorpirifós, Dimetoato, Indoxacarb, Metomilo, Paratión-metilo y Espinosad. No obstante, muchas veces los componentes químicos utilizados como plaguicidas resultan nocivos para la salud humana, por lo que se han realizado acuerdos como el Convenio de Róterdam que buscan prohibir la distribución y el uso de ciertas sustancias.
Según las cifras publicadas por la Organización Mundial de la Salud (OMS), al menos 10 personas mueren intoxicadas por plaguicidas y otras 20 sufren intoxicaciones agudas. Estos casos se reportan en personas relacionadas con la agricultura y la ganadería. Los más afectados no son los consumidores de los productos de estos procesos, sino los transportadores, los agricultores y los ganadores. Es por esta razón por la cual la Asociación Médica de Estados Unidos recomienda el uso de métodos alternativos y de plaguicidas con bajos índices de toxicidad para el ser humano. Estudios recientes incluso han relacionado el uso de los pesticidas con el Parkinson y el Cáncer.
Las plaguicidas pueden catalogarse de muchas maneras dependiendo de ciertas características. De acuerdo a su destino, pueden clasificarse en:
De acuerdo a su función específica, pueden clasificase en:
De acuerdo su composición química, pueden clasificarse en Arsenicales, Carbamatos, Derivados de Cumarina, Derivados de urea, Organocolorados, Organofosforados, Organometálicos, Piretroides, Tiocarbamatos y Triazinas. De acuerdo a su estado o forma de aplicación, pueden clasificarse en gases, fumigantes y aerosoles, líquidos, polvos, sólidos y cebos y tabletas. De acuerdo a su nivel de peligrosidad para el ser humano, pueden clasificarse en plaguicidas de baja peligrosidad, tóxicos, nocivos y muy tóxicos. De acuerdo a su destino, pueden clasificarse en plaguicidas de uso ambiental, plaguicidas de uso doméstico, plaguicidas de uso fitosanitario, plaguicidas de uso ganadero, plaguicidas para la higiene personal y plaguicidas para la industria de alimentos.
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