Punto

¿Qué es el punto?

El punto es la mínima expresión gráfica, la cual no posee ninguna dimensión. Este puede realizarse al golpear una superficie (que puede ser una hoja, una tablilla, un lienzo, etc.) con un lápiz, un pincel, un grafito, una pluma, un lapicero, un color, un marcador, un crayón, una tiza, etc. Los puntos pueden realizarse de diferentes colores, y hay quienes abogan que también puede cambiar su forma y su tamaño, lo cual abre el debate de hasta qué medida un punto es punto y no un círculo. El punto puede emplearse en diferentes composiciones, pudiendo estar solo, junto a otros puntos o junto a otras formas.

El punto, solo, dentro de una composición atrae la mirada del espectador. Dependiendo del lugar donde se encuentre, las tensiones y sensaciones que causa en el espectador varían. Así, si el punto se encuentra en el centro de la superficie, el observador sentirá que todo está equilibrado; mientras que, si el punto se encuentra movido hacia un lado, el espectador tendrá sensaciones de dinamismo e inestabilidad. Sumado a esto, el observador se verá obligado a pasear la mirada por la superficie hasta donde se encuentra el punto. Si este se encuentra en la parte superior, se transmitirá la sensación de que es importante y también de que puede caerse; mientras que, en la parte inferior, se transmitirá la sensación de reposo. Por último, si el punto se encuentra en la parte inferior hacia la derecha, quien lo observe sentirá que debe cambiar la página. Esto es debido a que nuestro sistema de lectura se hace de arriba abajo y de izquierda a derecha

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También pueden realizarse composiciones basadas únicamente en puntos. Esto se conoce como puntillismo, y es una técnica desarrollada a finales del siglo XIX por artistas como Georges Seurat, Camile Pisarro, Vincent van Gogh, Albert Dubois-Pillet, Henri-Edmond Cross, Théo van Rysselberghe, Paul Signac y Chuck Close, entre otros. El puntillismo depende en gran medida de la distancia que el observador tenga con la obra, pues a mayor distancia, mayor será la ilusión óptica. De esta manera, las composiciones a base de puntos se ven desde lejos como superficies sin interrupciones, aunque un poco ruidosas

. Si se rellena una zona con varios puntos, se obtendrán colores más saturados y oscuros; mientras que, si se utilizan pocos puntos en una zona, se verán colores claros (dependiendo del color de la superficie). De igual forma, si una zona se rellena con puntos de color amarillo y azul, la superficie se verá verde desde lejos.