El sufragio es el derecho que tienen los ciudadanos de una sociedad para votar por sus representantes. Este derecho usualmente es reconocido en la constitución de los países con sistemas democráticos, donde los cargos públicos son ocupados por los candidatos más votados. Si bien los sistemas de esta índole se pueden encontrar desde la antigüedad en Roma y Grecia, cuando las decisiones políticas más importantes eran sometidas a la votación y debate de una asamblea, durante gran parte de la historia de la humanidad los gobernantes asumieron sus funciones a partir de líneas sucesorias (herederos del trono). Cuando el sufragio se instaló en las repúblicas nacientes, nació con varias restricciones a las personas que eran indígenas, que tenían ascendencia africana y a las mujeres. Esto fue cambiando lentamente entre el siglo XIX y el siglo XXI, cuando la mayoría de los países del mundo finalmente adoptaron un sistema de sufragio universal que reconocía el derecho al voto a todas las personas sin importar sus condiciones.
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¿Cuáles son los tipos de sufragio?
Se pueden diferenciar varios tipos de sufragio:
Sufragio universal: cuando todos los ciudadanos adultos tienen derecho a votar sin importar sus condiciones sociales o económicas, su sexo, su género, su ideología, su cultura, su religión o su etnia. Este tipo de sufragio está implementado en los países con sistemas democráticos, como ocurre en la mayor parte de Europa, América y Oceanía, y en algunos países de Asia y África.
Sufragio restringido: también conocido como sufragio censitario, es el sistema sufragista en el cual sólo pueden ejercer el derecho al voto determinadas personas, como pueden ser aquellas que demuestres cierta cantidad de riqueza, aquellas que tengan propiedades o aquellas que pertenezcan a una determinada etnia, etc.
Sufragio masculino: es la política que sólo reconoce el derecho a votar de los hombres, como ocurre actualmente en el Vaticano. Este sistema estuvo instaurado en la mayor parte del mundo desde el siglo XIX, con el nacimiento de los sistemas democráticos, hasta la mitad del siglo XX, cuando varios países reconocieron el sufragio femenino.
Sufragio femenino: también conocido como sufragio feminista, es el derecho al voto que ejercen las mujeres, el cual no era reconocido en la mayoría de los países en el siglo XIX. Este poco a poco fue implementándose en diferentes países. Así, el último en implementarlo fue el Reino de Arabia Saudita en 2015, y sigue sin ser reconocido en la Ciudad del Vaticano, donde sólo pueden votar los cardenales debido a la carta apostólica.
Sufragio obligatorio: cuando el Estado obliga a los ciudadanos que tienen la facultad para votar de hacerlo, pasando de ser un derecho a un deber. En ciertos casos no es obligatorio, como ocurre cuando las personas están de viejo, cuando no pueden desplazarse o cuando son muy mayores o menores, dentro de la misma edad reglamentada para votar. Así, el sufragio es obligatorio en Argentina, Australia, Bélgica, Bolivia, Brasil, Ecuador, Egipto, Grecia, Honduras, Líbano, Luxemburgo, Nauru, Paraguay, Perú, República Democrática del Congo, República Dominicana, Suiza, Singapur, Tailandia y Uruguay.
Sufragio voluntario: cuando el Estado no obliga a los ciudadanos para que vayan a votar, por lo que pueden hacerlo por voluntad propia. Este es el sistema que está implementado en la mayoría de los países, aunque puede provocar una escasa participación y que, por ende, los candidatos no hayan sido elegidos por apoyo popular sino por unos cuantos.
Sufragio igualdad: hace referencia al sufragio en el que cada votante tienen los mismos derechos que los demás, sin importar su condición social o económica, por lo que muchas veces se le confunde con el sufragio universal.