¿Qué es la Triple entente?

La Triple Entente, también conocida como la Triple Inteligencia, fue un pacto firmado entre Rusia, Francia y Reino Unido en 1907, mediante los acuerdos de la Entente Cordiale franco-británica, la alianza franco-rusa y el acuerdo ruso-británico. De esta manera, la Tercera República Francesa se comprometió a defender al Imperio ruso y entrar en la guerra si este era atacado por el Imperio alemán, mientras que el Reino Unido se comprometió a darle apoyo diplomático a sus aliados. A esta primera alianza se unirían los reinos de Grecia, Rumanía y Portugal, así como el Imperio de Japón y, más tarde, el Reino de Italia, en 1915, después que de que abandonara la Triple Alianza. Además de esta alianza, Rusia tenía por aliados a Serbia y a Montenegro.

La Triple Entente surgió como una respuesta a la Triple Alianza, o Potencias Centrales, la coalición entre el Imperio alemán, el Imperio austro húngaro y el Imperio italiano, quienes se comprometieron a apoyarse diplomática y militarmente en caso de que fueran atacados por Rusia o por Francia. Esta coalición surgió por la necesidad de Otto von Bismarck de aislar a Francia, mientras que Italia buscaba con esta alianza convertirse en una gran potencia y que sus aspiraciones coloniales en el Cuerno de África y en Túnez fueran reconocidas por los otros países europeos. Así, este era el escenario que había en Europa antes de que estallara la Primera Guerra Mundial. De tal forma que cualquier agresión de un país a otro que estuviera inscrito en estas alianzas significaba la entrada en guerra por parte de sus aliados y de los aliados de sus enemigos, sumergiendo al continente en la guerra.

La Triple Entente también surgió como una contramedida a la Alemania de Guillermo II, que se había levantado como la nueva potencia mundial del momento. Rusia anteriormente había estado en la Liga de los Tres Emperadores junto a Alemania y Austria-Hungría. Esta liga había sido promovida por Otto von Bismarck para aislar a Francia diplomáticamente y evitar posibles revanchas por la Guerra Franco-Prusiana. Esto también fue promovido para evitar el avance de los movimientos progresistas de la Primera Internacional, que habían preocupado a las franjas más conservadoras de las sociedades de estos países. No obstante, la estabilidad de la liga tambaleó tras las tensiones entre Austria-Hungría y Rusia por los Balcanes, donde se independizaron varias provincias otomanas por el declive del Imperio Otomano. De esta manera, tras la Guerra Serbo-Búlgara y el Tratado de Berlín, Rusia se retiró de la liga, firmando un tratado de neutralidad con Alemania en caso de agresión. Aunque este tratado dejó de ser renovado en 1890 luego de que Bismarck excluyera a Rusia del mercado financiero alemán.

Después de que no se renovera el Tratado de reaseguro con Alemania, Rusia decidió aliarse con Francia para no quedarse aislada. Por aquel entonces, Francia y Gran Bretaña habían firmado la Entente cordiale en 1904 para resolver problemas coloniales. Esto ponía fin a varios años de una política en la que el Reino Unido se comprometió a no tener alianzas con ningún país, pues tenía unas grandes fronteras que defender y no podía poner en riesgo su hegemonía global. Esta política fue conocida como el espléndido aislamiento y fue promovida Benjamin Disraeli y el marqués de Salisbury. Esta política se dejó de lado porque Gran Bretaña sintió que necesitaba aliados para hacerle frente a Alemania. Así, después de la Entente cordiale, Rusia y el Reino Unido dejaron de lado sus disputas sobre Asia Central para firmar la Convención anglo-rusa.  Este acuerdo beneficiaba a Rusia porque también temían que la influencia alemana alcanzara los Dardanelos, una de las arterias comerciales más importantes para los rusos, pues transportaban casi la mitad de sus exportaciones por ahí. De esta manera, los tres países quedaron unidos por una alianza, aunque esta no implicaba que fueran a entrar directamente en guerra por defenderse entre sí, por lo que tenían libertad para actuar según sus propios intereses. Una vez estalló la Primera Guerra Mundial, a la Triple entente se unieron Bélgica y el Reino de Serbia, conformando lo que hoy conocemos como los Aliados, a los que se unirán muchos países más.