Los valores son las cualidades de un sujeto que promueven la buena convivencia, como la honestidad, la lealtad, el respeto, la tolerancia, el amor, la solidaridad, la justicia, la equidad, la responsabilidad y la sinceridad, entre otros. Dado que estos valores sirven para que una sociedad viva en paz, son promovidos por la misma como una forma ideal de comportamiento en sociedad. Es por ello que estos promovidos por los mayores, las generaciones pasadas y las religiones, y en forma de moraleja en distintas formas de narración, como los cuentos, las parábolas, las fábulas, las anécdotas, las películas, las series y los programas de televisión, etc. De tal forma que los valores son ideales de comportamiento que los miembros de una sociedad deben alcanzar para vivir en orden y armonía, por ello se enseñan en las escuelas y se promueven en los eventos y espacios públicos.
Pese a que los valores remiten a una idea universal de buen comportamiento, responden más a unas prácticas regionales y mutables, pues unos valores tienen más importancia en una época y en una sociedad que otros. Por ejemplo, en la antigüedad se promovían la valentía y el orgullo como valores fundamentales, pues las culturas de la época estaban en constante conflicto y necesitaban guerreros que las defendieran; sin embargo, ambos valores ya no resultan tan indispensables en el mundo actual, donde no se asumen los riesgos de antes. Otro ejemplo es el valor de la autonomía, promovido en una sociedad como la actual, en la cual se busca que las personas realicen emprendimientos. Este no era el caso de la época medieval, donde, por el contrario, se buscaban súbditos fieles y leales al rey.
En oposición a los valores, se pueden encontrar los antivalores: deshonestidad, mentira, falsedad, odio, injusticia, inequidad, irresponsabilidad, intolerancia, ignorancia e irrespeto. Cuando un sujeto guía sus acciones de acuerdo a estos antivalores, suele perjudicar a la comunidad de la que hace parte, por lo cual sus acciones son vistas como delitos y son castigadas de acuerdo a la ley vigente. Así, las sociedades mantienen el orden y no se ven expuestas al peligro que suponen estas personas. Por ello en muchas narraciones el villano opuesto a la protagonista tiene unos valores contrarios a este. Por tanto, su enfrentamiento es realmente el enfrentamiento entre dos sistemas filosóficos, entre dos grupos de valores distintos.
Si bien anteriormente cada país, nación, cultura o comunidad promovía sus propios valores, esto ha cambiado sustancialmente debido a la globalización. Así, se han vuelo internacionales los derechos y los deberes de los ciudadanos del mundo, los cuales han quedado promulgados en distintos pactos y convenciones
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