¿Qué es la escasez de agua?
La escasez de agua es un problema social y geográfico por el cual un determinado territorio no cuenta con la cantidad de agua necesaria para satisfacer las necesidades de la población, trayendo consigo problemas de higiene, salud y alimentación. Esta problemática perjudica en al menos un mes al año a cerca de 2.800 millones de personas en todo el mundo; mientras que más de 1.300 millones de personas no cuentan con agua potable. La escasez de agua puede ser consecuencia de la posición geográfica del territorio en cuestión o de su economía y organización social. Así, se distinguen dos tipos de escasez de agua:
- Escasez física de agua: cuando el territorio en cuestión se encuentra en una zona árida donde las precipitaciones anuales son escasas y donde no hay fuentes importantes de agua dulce en los alrededores, como puede ser el caso de una población que vive en un desierto. No obstante, a estas regiones puede llevarse agua si se cuenta con los recursos necesarios, llevándola por acueductos o en vehículos y contenedores.
- Escasez económica de agua: cuando debido a la situación económica, política y social de un territorio, la población no tiene acceso al agua. Así, por ejemplo, retomando el caso de la población en el desierto, esta no podría acceder al agua porque el territorio no cuenta con la infraestructura para transportarla y el gobierno no cuenta con los recursos para hacerla llegar a la región. Este problema también puede verse en regiones donde hay conflictos bélicos.
En algunos casos, a pesar de que la población se encuentra en una región donde hay fuentes de agua dulce o potable, sufre escasez porque esta es utilizada para otros fines, como la extracción por fracturación (fracking), el riego de cultivos o la actividad industrial.
Según la cuarta edición del Informe sobre el Desarrollo del Agua publicado por las Naciones Unidas en 2012, los continentes más afectados por la escasez de agua son África y Asia. En el primero, la mayoría de los países sufre escasez económica de agua; mientras que en el Medio Oriente es inminente una escasez física de agua. Según esta misma entidad, al menos 1 de cada 6 personas en el mundo tienen problemas de estrés hídrico, siendo la mayoría habitantes de países en desarrollo. Por ejemplo, la escasez económica de agua se puede ver, en el informe, en países sudamericanos como Perú, Ecuador y Bolivia; en países del África subsahariana; y en países como China e India.
Debido a la importancia de este problema, el Comité de Derechos Económicos, Sociales y Culturales de la Organización de las Naciones Unidas decretó que el ser humano tenía derecho al agua para fines domésticos y personales, debiendo ser esta asequible y accesible. La ONU también propuso como uno de los objetivos de Desarrollo del Milenio que la cantidad de personas sin acceso a agua potable se redujera a la mitad. No obstante, el problema de la escasez de agua ha empeorado con el tiempo debido al cambio climático, produciendo crisis hídrica, estrés hídrico y déficit hídrico. Es por esta razón por la que algunas ONGs han pronosticado que al menos 26 países de África sufran estrés hídrico o escasez para el 2025.
¿Cuáles son los países con menor acceso al agua potable?
Los países con los índices más bajos de acceso a agua potable son:
- Eritrea: solamente un 19% de la población tiene acceso a agua potable.
- Papua Nueva Guinea: solamente un 37% de la población tiene acceso a agua potable.
- Uganda: solamente un 38% de la población tiene acceso a agua potable.
- Etiopía: solamente un 39% de la población tiene acceso a agua potable.
- República Democrática del Congo: solamente un 39% de la población tiene acceso a agua potable.
- Somalia: solamente un 40% de la población tiene acceso a agua potable.
- Angola: solamente un 41% de la población tiene acceso a agua potable.
- Chad: solamente un 43% de la población tiene acceso a agua potable.
- Níger: solamente un 46% de la población tiene acceso a agua potable.
- Mozambique: solamente un 47% de la población tiene acceso a agua potable.