Clima de montaña

¿Cómo es el clima de montaña?

El clima de montaña, también conocido como clima alpino, es el clima característico de aquellas regiones que se encuentran a más de 2000 metros de altura sobre el nivel del mar. Las principales características de este clima son temperaturas bajas (cuya magnitud puede variar dependiendo de dónde se encuentre la montaña), inviernos fríos y extensos, veranos frescos y efímeros, pocas precipitaciones, grandes vientos provenientes desde lo alto (viento catabático) y bajo de la montaña (viento anabático), ausencia de grandes árboles y una vegetación conformada principalmente por pastos. La temperatura suele oscilar entre una temporada y otra unos 10,5 °C, y las precipitaciones suelen tener lugar casi exclusivamente por lluvias orográficas, cuando las nubes impactan contra la superficie de la montaña. Dentro de la clasificación climática de Köppen, el clima de montaña recibe la denominación de EH o ETH, aunque esto puede variar dependiendo de la posición de la montaña, pudiendo ser de clima oceánico Cfb, Cfc, Cwb o Cwc.

Dependiendo de la altura de las montañas, las zonas más elevadas pueden estar cubiertas por nieve, cono es el caso de las grandes cordilleras como los Andes y el Himalaya. En estos lugares, la vegetación es casi nula, aunque a alturas entre los 3.400 y los 5.000 metros sobre el nivel del mar se pueden encontrar páramos. Estos tienen altos niveles de precipitación, principalmente en forma de niebla; y a pesar de la altura y de las bajas temperaturas, puede contener una vegetación arbustiva, por lo cual se puede clasificar como un ecosistema de pradera y matorral de montaña o como un ecosistema alpino intertropical. Debido a su particularidad y su aislamiento con otro tipo de ecosistemas habitados, en los páramos se puede encontrar un gran nivel de especiación y endemismo.

Por lo general, los diferentes climas y ecosistemas que se pueden encontrar en una montaña son clasificados dentro de una cliserie: un modelo piramidal de cuatro niveles: basal, montano, subalpino y alpino. Estos se diferencian entre sí por la predominancia de un determinado vegetal o de uso determinados vegetales en un piso, que reemplazan los dominantes del piso anterior. Por ejemplo, en las montañas mediterráneas, se pueden encontrar los siguientes biomas: bosque mediterráneo en el nivel basal; robledal en el nivel montano; bosque de frondosas en el nivel subalpino; y bosque de coníferas y pradera en el nivel alpino. Si bien el 24% de toda la litósfera está cubierta por montañas (58% en América, 53% en Asia, 25% en Europa, 17% en Australia y 3% en África), solamente el 10% de toda la población humana vive en estas regiones. Esto se debe a las difíciles condiciones que impiden la construcción de una gran infraestructura.