¿Quiénes fueron los mexicas?
Los mexicas, conocidos también como aztecas dentro de la historiografía tradicional, fueron una cultura mesoamericana hablante del náhuatl que se desarrolló entre 1325 y 1521. Sus asentamientos más importantes fueron Tenochtitlan, Texcoco, Tlatelolco, Chalco, Azcapotzalco, Oaxtepec, Culhuacan, Toluca, Huaxyacac, Atotonilco y Malinalco. De esta forma, mantuvieron durante dos siglos uno de los imperios más grandes que vio América antes de la llegada de los españoles. Los mexicas desarrollaron calendarios astronómicos de gran precisión, procesos metalúrgicos para elaborar joyas y armas, un sistema de escritura pictográfico, enormes monumentos de piedra, procedimientos quirúrgicos con herramientas de obsidiana, un complejo sistema de medida y cultivos simbióticos.
El origen de los mexicas se puede rastrear en las tribus del norte de México que hablaban náhuatl durante la etapa chichimeca. Estos habitaban la ecorregión de Aridoamérica y estaban en perpetua comunicación con los pueblos de Mesoamérica. Así, siendo un tribus cazadoras y recolectoras, adoptaron las costumbres sedentarias y agricultoras de sus vecinos. Tras varios años de este intercambio cultural, estas tribus se habían establecido en un territorio al que denominaban como Aztlán, una isla mítica que ha sido identificada con Mexcaltitlán en Nayarit o una isla al sur de Guanajuato. Hasta que un día decidieron migrar por orden de sus dioses. Así, zarparon en cuatro o siete calpulli bajo la protección de Huitzilopochtli.
De esta manera atravesaron Hildago y el estado de México hasta que finalmente llegaron a la Cuenca de México, donde los tepanecas habían sometido a los altepetl. Así, hacia 1226 o 1227 se asentaron en la orilla occidental del Lago de Texcoco y más tarde, hacia 1280, se asentaron en Chapultepec. De este sitio fueron expulsados por los altepetl, por lo que tuvieron que asentarse en Tizaapan. Aquí no tuvieron mucha suerte, pues el territorio era árido y vivieron en constante conflicto con los culhuas. De tal forma que decidieron navegar dentro del lago Texcoco y fundar la ciudad de México-Tenochtitlan en un islote donde, tal y como señalaba la profecía, un águila estaba devorando una serpiente sobre un nopal. Según ha arrojado la evidencia arqueológica, en el islote ya había construcciones previas.
Durante los primeros años de su instancia, su vida en el islote fue más bien precaria; pero gracias a las propiedades del lugar, pudieron prosperar rápidamente. Esto no impidió que tuvieran que tributarle al altepetl supremo de Azcapotzalco. Aunque, según se fue desarrollando la cultura mexica, estos se aliaron con las culturas Texcoco y Tlacopan, de filiación acolhua y otomiana, respectivamente; y finalmente, con la fuerza unida de la Triple Alianza, conocida como Excan Tlatolloyan, lograron derrotar a Azcapotzalco en 1430, razón por la cual comenzaron a recibir tributos de los altépetl sometidos. No obstante, poco después se vieron enfrentados con la alianza enemiga de Tlaxcallan, Huexotzinco y Cholollan.
El conflicto entre las dos triples alianzas se mantendría hasta la llegada de los españoles, quienes estaban bajo el mando de Hernán Cortés. Este llegó en un primer momento a Quiahuiztlán y Cempoala, donde residían los totonacas, pueblos que tributaban a los mexicas. Aprovechando esta situación, prometió liberarlos de su opresor a cambio de una alianza militar. Así, cuando los recaudadores de Moctezuma, rey de los mexicas en aquella época, llegaron a cobrar el tributo, fueron apresados por los totonacas. Cortés se entrevistó con los recaudadores y liberó a dos estos prometiéndole a Moctezuma que le ayudaría a combatir a los rebeldes. Así engañó a Moctezuma, de quien recibió regalos y ofrendas tras liberar a los recaudadores restantes. Sin embargo, cuando un contingente de mexicas llegó a Tizapacingo para exigir el tributo, fueron emboscados y derrotados por Cortés y los totonacas. Estos confiaron en el español al ver la superioridad de su fuerza y le entregaron cerca de mil trescientos guerreros para combatir a la Triple Alianza a cambio de su libertad.
Tras esta contienda, los españoles llegaron a las cercanías Tlaxcala, una ciudad que hacía parte de la alianza mexica. Pese a que el ejército combinado de españoles y totonacas comandado por Cortés era menor al número de guerrero que habitaba en Tlaxcala, el primero pudo salir vencedor de las diferentes batallas que hubo entre ambos bandos. Esto se debió a que los tlaxcaltecas no atacaban ordenadamente y a que se concentraron en conseguir prisioneros antes que en asesinar a sus enemigos. Una vez vencidos, los tlaxcaltecas se unieron al ejército español. Este después llegó a Cholula, donde fueron bien recibidos. Pero Cortés fue avisado por la Malinche de que iba a ser traicionado por sus anfitriones, así que decidió hacer una guerra preventiva. Este hecho es conocido como la Matanza de Cholula, pues murieron más de cinco mil personas, la mayor parte de ellas desarmadas. Cortés sitió la ciudad de Tenochtitlán el 26 de mayo de 1521, combatiendo al ejército mexica de Cuauhtémoc tanto en agua como en tierra, disponiendo de más de 200.000 guerreros. Finalmente, el 13 de agosto de 1521 cayó la ciudad de Tenochtitlán y con ella todo el Imperio mexica.