La franja de unión de dos o más huesos se llama articulación. Las articulaciones se componen de acuerdo con su estructura y con los tipos de movimiento que permiten. El cuerpo posee más de 300 articulaciones.

Articulaciones Sinoviales

Son las más comunes (hay unas 230 en el cuerpo), versátiles y libremente móviles, y pueden funcionar bien durante grandes períodos de tiempo (años), si se emplean bien y a menudo, aunque no en exceso. Las articulaciones sinoviales están contenidas en una cápsula articular o capa externa protectora. La membrana sinovial que reviste el interior de esta cápsula origina un líquido oleoso, el líquido sinovial, que mantiene bien lubricada la articulación y evita al máximo la fricción y el desgaste de sus superficies.

Tipos de Articulación Sinovial

La capacidad de movimiento de una articulación sinovial, depende de la forma de sus superficies cartilaginosas y de cómo encajan entre sí.

  • Articulación Trocoide o Pivotante: Una proyección tipo clavija de un hueso gira dentro del acetábulo en forma de anillo de otro hueso, o bien el acetábulo gira en torno a la proyección ósea. La articulación pivotante entre las dos primeras vértebras cervicales permite que el cráneo gire torno al eje vertebral y que se mueva de un lado a otro, como al negar con la cabeza.
  • Articulación de Bisagra: La superficie convexa de un hueso encaja en la superficie cóncava de otro y permite un movimiento de vaivén. Principalmente en un mismo plan. El codo es una articulación de bisagra modificada que permite una rotación limitada del radio y el cúbito (antebrazo), en torno al húmero.
  • Articulación Deslizante: las dos superficies que se unen son casi planas y se deslizan una sobre la otra. El movimiento se ve limitado por fuertes ligamentos. Algunas articulaciones entre los huesos tarsianos (del tobillo) y entre los carpianos (de la muñeca) son deslizantes.
  • Articulación Enartrósica: La cabeza de la bola del hueso encaja dentro del acetábulo en forma de copa de otro. De todas las articulaciones, ésta es la que tiene mayor capacidad de movimiento; el hombro y la cadera son ejemplos de ellos.
  • Articulación en Silla de Montar: Cada superficie articular tiene una zona cóncava y otra convexa, como una silla de montar, con lo que los huesos pueden deslizarse hacia adelante y hacia atrás, así como lateralmente, aunque con una rotación limitada. La más importante de estas articulaciones es la base del pulgar.
  • Articulación Elipsoidal: Un extremo ovoide de un hueso encaja en una cavidad elipsoidal, como en la unión del radio del antebrazo con el escafoides de la muñeca. Este tipo de articulación puede doblarse y moverse lateralmente, pero su rotación es limitada.

Articulaciones Semi móviles y Fijas

No todas las articulaciones asumen gran capacidad de movimiento. Algunas dejan un margen para el desarrollo o para una mayor estabilidad y sus huesos suelen estar unidos por cartílago o por fibras resistentes de sustancias como la proteína llamada colágeno. En las articulaciones fijas del cráneo, una vez se ha completado el crecimiento, las placas óseas se unen quedan bien trabadas por tejido fibroso para formar suturas.

  • Articulación Fija: Las suturas del cráneo adulto se muestran como líneas serpenteantes. En la infancia, estas articulaciones están unidas de forma laxa (suelta), para permitir la expansión del cerebro en rápido crecimiento.
  • Articulación Semi Móvil: En las articulaciones parcialmente flexibles, los huesos se unen por tejido fibroso o por cartílago.

Dentro de una Articulación

Los extremos óseos de una articulación sinovial están cubiertos y protegidos por el cartílago articular, liso y ligeramente comprensible. En torno a la articulación y sujeta a los extremos óseos está la cápsula articular, hecha de un fuerte tejido conjuntivo y revestida por una suave membrana sinovial para mantener la articulación bien lubricada. El líquido también nutre el cartílago con grasas y proteínas y se reabsorbe consecutivamente. Los ligamentos o engrosamientos fibrosos de la cápsula, sujetos por sus extremos a los huesos, evitan los movimientos excesivos o en direcciones no naturales, y los músculos que rodean a la articulación, unidos por tendones a sus huesos, la tensan para estabilizarla.

Cartílago Amortiguador 

El cartílago articular que cubre los extremos óseos de una articulación sinovial es del tipo hialino. Cuando un golpe o una vibración súbita sacuden la articulación, este cartílago hace de amortiguador y, al disipar parte de la fuerza del impacto, evita que se dañen los mucho más rígidos huesos. En algunas articulaciones, el cartílago tiene fibras más resistentes, por ejemplo, en los discos intervertebrales (almohadillas fibrocartilaginosas situadas entre las vértebras). También hay fibrocartílago en mandíbulas, articulaciones de la muñeca y meniscos.