Sector secundario

¿Qué es el sector secundario?

El sector secundario es el sector de la economía que se dedica a transformar las materias primas en bienes con valor agregado, que se catalogan en productos de consumo y bienes de equipo. Los primeros son bienes que se consumen rápidamente, como los alimentos procesados; mientras que los segundos son equipos y maquinarias duraderas que sirven para producir otros bienes. Dentro de la economía mundial y a lo largo de la historia, el sector secundario ha jugado un papel importante en el desarrollo económico de los países. Así, cuando un país pasa de una economía basada en la explotación de materias primas a una dedica a la producción de bienes con valor agregado, se dice que este país se ha industrializado. En la actualidad, esto es sinónimo de país desarrollado, en la medida en que los bienes industriales dejan mayores ganancias que las materias primas, desarrollan la tecnología y la infraestructura del país y necesitan de mano de obra cualificada para poder funcionar.

El sector secundario tal y como lo conocemos hoy en día surgió durante la revolución industrial, que fue un proceso de transformación tecnológica, social y económica que se originó en el Reino Unido durante la segunda mitad del siglo XVIII y que en las décadas siguientes se expandió por Europa occidental, Norteamérica y el mundo hasta 1820 o 1840. Según señalan los expertos, este periodo significo la mayor transformación en la vida humana desde el Neolítico, pues la economía mundial dejó de estar basada en la agricultura y el comercio para convertirse en una economía industrializada, mecanizada y de grandes conglomeraciones urbanas. Sumado a esto, la riqueza y la renta per cápita se multiplicaron como nunca antes había ocurrido en la historia de la humanidad y el trabajo dejó de estar sujeto a las propias posibilidades del cuerpo humano y de la tracción animal.

La Revolución industrial tuvo su origen en la industria textil y el extracción y explotación de carbón. Más tarde se mejoró la comunicación gracias al invento de tecnologías como telégrafo y el teléfono, y a la construcción de carreteras, vías férreas y canales. Sin embargo, el éxito definitivo de esta revolución se dio con la invención de la máquina de vapor desarrollada por el ingeniero escocés James Watt. Esta tecnología permitió que la producción industrial y la capacidad de las máquinas se incrementara considerablemente. Después de usarse máquinas a vapor en las industrias, se desarrollaron los ferrocarriles y los barcos a vapor, que recortaron las distancias entre las naciones y las personas. Finalmente, la revolución abrió el paso durante la segunda mitad del siglo XIX para el desarrollo de la energía eléctrica y del motor de combustión interna.

Mientras el sector primario se dedica a la explotación y producción de materias primas, como el carbón, el petróleo, el gas natural, el oro, la carne y los cultivos; el sector secundario creo objetos más valiosos con estas materias; y el sector terciario está dedicado a proveer servicios. Aun así, dentro del sector terciario se encuentran las empresas dedicadas al transporte, distribución y venta de los productos de los otros sectores, por lo cual los sectores económicos son interdependientes. En la actualidad, varios expertos hablan de un sector cuaternario y quinario de la economía, correspondientes a las actividades relacionadas con la investigación, la innovación, el desarrollo tecnológico y la información, y las actividades que quedan por fuera de los otros sectores económicos, respectivamente.

¿Cuáles son los subsectores del sector secundario?

Los principales subsectores o actividades del sector secundario son:

• Artesanía: fue uno de los subsectores del sector secundario que existía antes de la revolución industrial. Este consiste en transformar una materia prima (madera, metal, papel, cerámica etc.) en un objeto distinto, decorativo o útil para ciertas tareas. El valor agregado viene entonces de la mano de obra y del conocimiento y prestigio del artesano. En la actualidad, este subsector se encuentra en declive, pues los procesos manuales de transformación fueron reemplazados por la producción en serie y la automatización.
• Industria: es el subsector del sector secundario que emergió durante la revolución industrial. Este se dedica producir bienes con valor agregado a partir de maquinarias, fuentes de energía y trabajo humano. Este subsector ha tenido tres momentos: el primer, en el que dependía del carbón, el vapor y el hierro; el segundo, en el que dependía de la electricidad, el acero y los productos químicos; y el tercero, en el que depende de la informática.
• Construcción: es el subsector dedicado a la construcción de edificios y obras de infraestructura. Esta actividad económica ha sido de vital importancia para la humanidad a lo largo de la historia, pues de él dependen los hogares y los edificios donde funcionan las instituciones públicas y las empresas privadas, así como las ciudades, los puertos y las carreteras, entre otros edificios y construcciones.
• Energía: es el subsector dedica a generar energía eléctrica a partir de la explotación de materias primas y la conversión de otras formas de energía. En un comienzo, esta actividad estuvo estrechamente ligada a la minería, pues las primeras eléctricas funcionaban a partir de carbón y petróleo. En la actualidad, la energía eléctrica puede obtener de fuentes renovables y de los reactores nucleares.

Además de esta clasificación, la industria puede, a su vez, clasificarse en varias actividades. Estas son:

• Industrias pesadas: también conocidas como industrias base por usar grandes cantidades de materia prima, son aquellas empresas dedicadas a actividades extractivas, metalúrgicas, siderúrgicas, químicas y petroquímicas.
• Industrias de bienes de equipo: aquellas que producen bienes de producción útiles de para otras actividades, sin usar tanta materia prima ni energía como la industria anterior. Dentro de esta clasificación podemos encontrar a las empresas dedicadas a la construcción, el armamento, la aeronáutica, la aeroespacial, la maquinaria y la construcción naval o de astilleros, entre otras.
• Industrias ligeras: también conocidas como industrias de uso y consumo, son aquellas que consumen productos que son consumidos directamente por el público. Dentro de esta clasificación podemos encontrar la industria de alimentos, de electrodomésticos, de biotecnología, de artes gráficas, de muebles, de fármacos, de telecomunicaciones, de informática, de calzado, de textiles y de tabaco, entre otras.