¿Qué es un texto periodístico?

Un texto periodístico es aquel que tiene por intención presentar un hecho de actualidad y una opinión sobre él. Su aparición data del siglo XIX y han sido ampliamente difundidos gracias a la imprenta y los medios virtuales. Su éxito es posible también, en gran parte, a que manejan un tono llano apto para todo el público y versan sobre temas y acontecimientos de interés general. Estos pueden ser deportivos, culturales, artísticos, políticos, etc.

¿Cuál es la estructura de un texto periodístico?

Usualmente los textos periodísticos se organizan de la siguiente forma:

Antetítulo: el cual anuncia de qué se va tratar el texto.

Título o titular: el cual recoge el contenido y la tesis del texto periodístico. Este, además, debe ser llamativo para poder captar la atención del mayor número posible de lectores.

Párrafo de llamado: este hace referencia de forma breve al contenido del texto, invitando al lector para que continúe.

Primer párrafo: se realiza una pregunta fundamental que busca ser respondida a lo largo del texto. Igualmente, se deja plateado el argumento al responder qué pasó, quién o quiénes están involucrados, cómo pasó, dónde pasó, cuándo pasó y por qué.

Segundo párrafo: aquí se describen los acontecimientos.

Tercer párrafo: aquí se deja claro el contexto en el que ocurren los acontecimientos.

Cuarto párrafo: aquí se desenvainan las opiniones sobre los acontecimientos.

Último párrafo: se concluyen los hechos y se hace una valoración o interpretación de los mismos.

¿Cómo se escribe un texto periodístico?

Un texto periodístico nace un tema. El escritor debe saber identificarlo y luego preguntarse cuál es la relevancia que tiene el mismo para la opinión pública. En caso de no ser relevante, se deja a un lado. En caso de que sí sea relevante, es necesario identificar una historia, con sus personajes y situaciones. No obstante, a diferencia de un texto ficcional, el texto periodístico debe contar la verdad y debe poder ser verificable, por lo que es necesario recurrir a unas fuentes que nos suministren la información. Esta bien puede provenir de documentos o de la memoria de testigos. Una vez se ha recopilado la información, se organiza la historia y se plantea una tesis o una opinión a defender. Por último, cuando ya se ha vislumbrado todo lo anterior, lo último es escribir el texto de acuerdo a un tono específico.