¿Qué es el carboncillo?
El carboncillo es una rama carbonizada de algún sauce, brezo, vid, encina o abedul, que sirve para dibujar porque deja un trazo negro sobre la superficie en la que se pasa. Las ramas elegidas para ser carboncillos suelen ser aquellas que no poseen nudos. Estas luego son sometidas a un proceso de combustión sin oxígeno, dejándolas suaves y casi convertidas en polvo. A diferencia de los lápices, el tono de un carboncillo u otro no varía, aunque sí pueden varias su grosor para realizar diferentes funciones. Se cree que el carboncillo es uno de los primeros materiales utilizados por el ser humano para dibujar, y su papel en la creación artística ha sido tan fundamental que se ha sobrevivido con el paso de los años. Las técnicas con carboncillo son desde hace muchos años enseñadas en las escuelas de arte, especialmente para acercar a los artistas al manejo de la luz.
¿Cómo dibujar con carboncillo?
Para utilizar la técnica del carboncillo, debe saberse muy bien qué se busca dibujar. Esta técnica es empleada bien para realizar bocetos, para lo cual son necesarias unas cuantas líneas, bien para crear composiciones más complejas, para lo cual es necesario un boceto previo (que puede ser hecho en lápiz o con otra herramienta) y una idea de cómo va a estar distribuida la luz. Las iluminaciones no son necesarias pintarlas, pues el mismo color del papel las brinda. Por ello es necesario imaginar que la luz en esta técnica corresponde al vacío, a dejar las zonas limpias. Las composiciones en carboncillo se basan entonces en el contraste que hay entre el carboncillo (negro) y la superficie del papel (blanca, usualmente)
¿Qué materiales son necesarios para dibujaren carboncillo?
Para dibujar con carboncillo es recomendable utilizar los siguientes materiales:
Papel: esta es la superficie favorita para emplear el carboncillo, aunque también puede utilizarse en paredes, cartones e incluso telas. Lo que sí no es recomendable es usar carboncillo en superficie muy lisas, como el plástico, el metal o el vidrio.
Carboncillo: para dibujos muy grandes, es recomendable usar más de una varita de carboncillo. Se debe tener cuidado de mancharse las manos y, por extensión, el papel en zonas no deseadas.
Difuminos: estos son varitas de papel poroso que sirven para degradar, extender o fundir los trazos del carboncillo.
Goma: esta se emplea más que para borrar, para agregar efectos de luz al dibujo. También puede utilizarse un trozo de trapo.
Fijador: dado que el carboncillo queda sobre el papel como un polvillo, es necesario que se fije bien con sprais específicos o con laca del pelo.