¿Qué es el anglicanismo?

El anglicanismo es la práctica y fe que ejercen las iglesias dentro de la comunión anglicana, las cuales están reunidas alrededor del arzobispo de Canterbury en plena comunión. Esta comunión cuenta con 98 millones de participantes, por lo que es la tercera más grande del mundo cristiano, detrás de la Iglesia Católica Romana y la Iglesia Ortodoxa Oriental. No obstante, algunas iglesias fuera de la comunión también se consideran anglicanas, como la Realineación Anglicana y el Movimiento Anglicano de Continuación, liderado por el obispo Albert Arthur Chambers. De esta forma, el anglicanismo está presente en casi todo el mundo, con mayor presencia en aquellos países que fueron colonias británicas.

¿Cuáles son las características del anglicanismo?

Las principales características del anglicanismo se conocen bajo el nombre de Cuadrilátero de Lambeth, debido a que fueron las bases que se propusieron en la Conferencia de Lambeth en 1888 para reunir a las iglesias de Comunión. Así, estas son:

  • El reconocimiento de las Sagradas Escrituras (Antiguo y Nuevo Testamento) como la ley última.
  • El uso del credo apostólico como credo bautismal.
  • Son sólo necesarios el par de sacramentos dictados por Cristo en vida: bautismo y eucaristía.
  • Reconocimiento del episcopado histórico, incluyendo sus transformaciones debido a sus procesos de adaptación de los diferentes territorios en los que se encuentra.

¿Cómo y dónde surge el anglicanismo?

El anglicanismo surge en Inglaterra en 1536, cuando el papa Clemente VII se negó a aceptar el divorcio de Enrique VIII con Catalina de Aragón. A partir de esto, Enrique VIII separó la iglesia inglesa (anglicana) de la iglesia católica romana a través de un acta de supremacía, nombrándose a sí mismo como jefe supremo de la iglesia. Pese a que con esto la corona tenía dominio sobre el clero, la iglesia anglicana continuó con la mayoría de los ritos de la iglesia católica durante gran parte del reinado de Enrique. No fue sino hasta la llegada de Thomas Cranmer, arzobispo de Canterbury entre el 3 de diciembre de 1533 y el 2 de diciembre de 1555, que esto cambiaría a raíz del Libro de Oración Común

, que volvería esta iglesia antes católica en una protestante.

No obstante, a esta publicación le sobrevinieron una serie de críticas y de rebeliones que hicieron que fuera reeditada. Así, la Oración fue modificada, aunque sin volver a ser como antes. De esta forma, la iglesia anglicana se constituyó como una iglesia entre el catolicismo y el protestantismo. De aquellas disputas surgieron entonces dos grandes corrientes del anglicanismo: la iglesia alta, conservadora y cercana al catolicismo; y la iglesia baja, cercana al protestantismo. Actualmente, la división en estas dos corrientes ha perdido relevancia gracias a una nueva corriente liberal, que está de acuerdo con el matrimonio homosexual, con el nombramiento de obispos homosexuales y con que las mujeres tengan lugares de mando dentro de la iglesia.

Pese a esto, la iglesia anglicana ha mantenido el diálogo con la iglesia católica, en especial durante las últimas décadas. Así, es de destacar los encuentros entre los correspondientes arzobispos de Canterbury con Juan XXIII, Pablo VI, Juan Pablo II, Benedicto XVI y Francisco. Estos diálogos no suponen pasos a una unión entre ambas iglesias, pues la iglesia católico rechazo el que e hizo nulas las ordenaciones de mujeres dentro de la iglesia anglicana en los altos grados sacerdotales.