¿Qué es el darwinismo?

El darwinismo es el término con el que usualmente se hace referencia a las teorías planteadas por el biólogo inglés Charles Darwin, especialmente a la evolución biológica a partir de la selección natural. Aun así, no debe tomarse el darwinismo como sinónimo de evolucionismo, pues esta teoría biológica es incluso anterior a Darwin. Lo que hizo que el pensamiento de Darwin lograra el consenso de la comunidad científica y el público en general fue la selección natural, que explica sólidamente la transformación de unas especies en otras como una forma de adaptación al ambiente. De tal forma que los organismos mejor adaptados a su medio sobreviven y heredan sus características a sus descendientes. De igual forma, es errado pensar que el darwinismo es equivalente a la teoría de la evolución de la actualidad, también conocida como neodarwinismo o síntesis evolutiva, que, además de los argumentos de Darwin, agrega elementos tomados de otras teorías, otros científicos y otras ramas del saber, especialmente de la genética.

El darwinismo tiene su génesis con la publicación de El origen de las especies el 24 de noviembre de 1859 en el Reino Unido por la editorial John Murray. Para sostener esta teoría, Darwin incluyó en su libro pruebas que había reunido en su expedición del Beagle durante la década de 1830 y descubrimientos que había realizado con posteridad. Si bien anteriormente ya se habían formulado ideas evolucionistas para tratar de explicar los descubrimientos biológicos de la época, la comunidad científica seguía anclada a la Iglesia como parte de la teología natural y a la teoría del diseño inteligente, según la cual los seres vivos se encontraban en perfecto equilibrio en sus ecosistemas debido a que un arquitecto lo había diseñado así. Este arquitecto perfecto era Dios.

El darwinismo trae consigo una visión materialista implícita, según la cual la consciencia, propia de los seres humanos, es solamente una consecuencia de la evolución. De esta manera, aunque Darwin no llegó a decirlo, se puede inferir que el darwinismo supone que el ser humano no cuenta con un papel privilegiado dentro de la naturaleza por sus capacidades intelectuales. Siguiendo el mecanicismo darwiniano, se podría pensar entonces que la mente es un estado de la evolución biológica del sistema nervioso. Esto ha despertado la oposición de varios autores, especialmente de los idealistas.

Poco después, el pensamiento darwiniano fue trasplantado a al estudio de las sociedades. Así, bajo el nombre de darwinismo social, se han levantado afirmaciones como que las personas dentro de una sociedad se ven obligadas a competir entre sí mismas (como los animales en los ecosistemas) y que aquellas que se encuentran en las clases dominantes están ahí por su capacidad para adaptarse mejor a las condiciones que ofrece la sociedad

. Esto determinaría el ascenso social únicamente por el mérito propio, aunque en la realidad no es así. Esta idea del darwinismo social se encuentra ideologías que incluso son opuestas entre sí, como el imperialismo, el socialismo, el laissez faire (dejar hacer, dejar pasar) y la eugenesia. Esta última defiende que la sociedad humana se autodirecciona a partir de la selección natural de las personas más sanas, fuertes e inteligentes.

¿Cuáles son las bases del darwinismo?

El darwinismo se sustenta en las siguientes bases:

  • Cada especie cuenta con la suficiente fertilidad como para hacer crecer su población si todos sus descendientes y estos logran reproducirse.
  • Si bien hay cambios periódicos a lo largo del tiempo, las poblaciones tienden a mantenerse del mismo tamaño.
  • Los recursos naturales, como los alimentos, sin estables y limitados a lo largo del tiempo.
  • Dado que los recursos son limitados, los individuos deben competir entre sí por su supervivencia.
  • Los individuos de una determinada población son diferentes a los de otra.
  • Esta variación entre diferentes especies se debe a la herencia genética.
  • Los individuos de una población que estén menos adaptados a su ambiente cuentan con menores posibilidades de sobrevivir y, por tanto, de reproducirse y de heredar sus genes.
  • Los individuos de una población que están más adaptados a su ambiente cuentan con mayores posibilidades de sobrevivir y, por tanto, de reproducirse y heredarle a las generaciones futuras sus características.
  • Los dos casos anteriores conforman la selección natural, que podría resumirse como la supervivencia del más apto.
  • La selección natural es un proceso lento que genera grandes cambios en una población para que esta se adapte al entorno.
  • Con el paso del tiempo, las diferentes variaciones se acumulan y dan como resultado el nacimiento de nuevas especies.
  • El mismo ser humano es producto de estas variaciones acumulativas y sus descendientes se encuentran en los primates.