La cabeza humana tiene 29 huesos en total: 22 forman el cráneo; a excepción de la mandíbula inferior, los demás están soldados en una estructura unitaria y firme. Los huesos restantes son el hioides, en la parte anterior al cuello, y los tres pares de pequeños huesecillos u Osículos del oído, uno de cada oído medio.

El cráneo es una de las estructuras óseas más complicadas del organismo, pero cada una de sus particularidades cumple con un propósito bien definido. Internamente, la cavidad principal del cráneo tiene tres nivele que contienen al cerebro, en la que cada protuberancia y cavidad corresponde a la forma del cerebro mismo. Debajo y hacia atrás del cráneo se encuentra un gran agujero redondo, llamado agujero magno, a través del cual pasa la médula espinal. Al frente de este agujero se encuentra numerosas pequeñas aberturas, a través de las cuales entran y salen del cerebro nervios, arterias y venas. El techo del cráneo está formado por cuatro huesos curvos y delgados que se unen firmemente entre sí a partir de los dos años de edad. En la parte frontal del cráneo se encuentran las dos órbitas, que contienen los globos oculares, y un agujero central para el paso del aire nasal. La mandíbula se articula al cráneo a nivel de las orejas.

Es decir, la cabeza ósea se divide en dos partes: el cráneo y la cara. El cráneo tiene como función alojar y proteger al cerebro, el cerebelo y el tronco cerebral. Los huesos de la cara sirven de base a la nariz y la cavidad nasal, así como a los ojos y al aparato masticador.

División de los del Cráneo

El cráneo está formado por dos grupos de huesos. La serie superior de ocho huesos forma la bóveda craneal, que contiene y protege el encéfalo. Los otros 14 huesos forman el esqueleto de la cara. De los 22 huesos, 21 sueldan con fuerza durante el crecimiento en tenues líneas articulares denominadas suturas. La mandíbula (o hueso maxilar) inferior permanece sin soldarse y se articula con el resto del cráneo mediante las dos articulaciones temporomaxilares.

Senos Paranasales

Los cuatro pares de senos paranasales son cavidades llenas de aire dentro de los huesos craneales. Reciben el nombre de los huesos que los albergan: senos maxilares, senos frontales, senos esfenoidales y senos etmoidales. Los tres primeros pares tienen formas bastante bien definidas, pero los etmoidales son más variables y a modo de nido de abeja.

Los senos paranasales reducen el peso del cráneo y también hacen cámaras de resonancia para dar a la voz de cada persona su carácter individual.