¿Cómo fue la independencia de los Estados Unidos?

La independencia de los Estados Unidos de América fue el proceso por el cual las Trece Colonias Británicas de América del Norte se independizaron del Reino de Gran Bretaña. Este hecho tuvo su origen el 19 de abril de 1775, cuando comenzó la Guerra de Independencia y culminó el 3 de septiembre de 1783 con la firma del Tratado de París. Durante esta guerra, Estados Unidos recibió la ayuda del Reino de Francia, el Reino de España, los Países Bajos y algunas tribus indígenas norteamericanas, como los Oneias, los Tuscaroras, los Stockbridge, la Asociación Watauga y los Catawbas, entre otros; mientras que el Imperio británico recibió ayuda de los alemanes y ciertas tribus indígenas norteamericanas, como los Onondagas, los Mohawk, los Sénecas, los Cayugas, los Micmas y los Lenapes, entre otros.

Todo comenzó en las Trece Colonias Británicas (Massachusetts, Rhode Island, Nuevo Hampshire, Connecticut, Pensilvania, Nueva York, Delware, Nueva Jersey, Virginia, Maryland, Carolina del Sur, Carolina del Norte y Georgia), conformadas en la costa este de América del Norte y gobernadas por Jorge III del Reino Unido. Las colonias habían ayudado a que Gran Bretaña venciera a Francia en la guerra de los Siete Años entre 1756 y 1763, pero no recibieron ningún reconocimiento ni beneficio por ello. Además de esto, las políticas británicas cada vez eran más desiguales para los americanos, por lo cual estos no demoraron en mostrar su descontento en trifulcas como el Motín del té de Boston, cuando capturaron tres barcos cargados con té y lanzaron todo este por la borda. En consecuencia, la corona británica decretó las Actas Intolerables, una serie de sanciones que hicieron más penosa la vida en América.

El descontento entonces se extendió por el resto de las colonias y en 1774 se organizó el Primer Congreso Continental para expulsar el poder británico y formar una nueva nación independiente. A este acto le siguió el primer enfrentamiento bélico entre estadounidenses y británicos en Lexington, dando inició a la Guerra de Independencia. Así, se realizaron otros enfrentamientos en Concord y Boston. Después de esto, se celebró el Segundo Congreso Continental en mayo de 1775 y se designaron 14 generales y se organizó una armada que sería comandada por George Washington, un veterano de la guerra franco-india. Así, se iniciaron varios operativos infructuosos contra los ingleses, como la invasión de Canadá o la batalla de Bunker Hill. Aun así, los colonos capturaron el fuerte de Ticonderoga y transportaron la munición pesada que tenía para fortificar la colina de Dorchester Heights. Al ver esto, los británicos al mando de William Howe decidieron evacuar Boston el 17 de marzo de 1776.

Luego de esta primera victoria, el 4 de julio de 1776 se aprobó la Declaración de Independencia de los Estados Unidos en el Congreso, donde se encontraban George Washington, Benjamin Franklin, Thomas Jefferson y John Adams. Desde aquí entonces se difundió la idea de que todos los americanos eran iguales y libres, y se lanzaron varias críticas contra Jorge III y su gobierno. Viendo estos hechos, la corona británica concentró sus fuerzas en Nueva York, que superaban con creces a las norteamericanas. Es de recordar que el Reino Unido era la potencia mundial del momento, mientras que las fuerzas de Washington estaban conformadas por personas sin experiencia militar. Aun así, los británicos tenían la desventaja de librar una guerra al otro lado del mundo, por lo cual no podía tomar decisiones inmediatas. Así, en un comienzo los colonos se dedicaron a realizar una guerra de guerrillas, mientras que los ingleses buscaban una batalla campal en la cual pudieran aplastar a sus enemigos.

Luego de varios enfrentamientos, los colonos dieron un golpe decisivo a la corona británica cuando consiguieron que el general John Burgoyne se rindiera en la Batalla de Saratoga, al norte de Nueva York. Viendo que las cartas se habían vuelto en favor de los independentistas, los franceses y los españoles decidieron apoyar a los estadounidenses para vengarse de la derrota que habían sufrido en la Guerra de los Siete Años. Puesto que la guerra se había extendido a Europa, Gran Bretaña tuvo que reforzar sus fuerzas en Gibraltar y descuidar la guerra en América. Así, el comandante Charles Cornwallis fue derrotado en la Batalla de Yorktown, lo que desembocó en la rendición de Inglaterra y en la definitiva independencia de los Estados Unidos.