¿Qué son los no metales?

Los no metales son los elementos químicos que no son buenos conductores de calor ni de corriente eléctrica. Debido a su debilidad, estos tampoco pueden estirarse ni transformarse en una lámina o un hilo, como sí pueden los metales. Dentro de la tabla periódica se pueden encontrar 25 elementos no metales. Estos son los metaloides: boro, silicio, germanio, arsénico, antimonio, telurio y ástato; los no metales reactivos: hidrógeno, carbono, nitrógeno, oxigeno, flúor, fósforo, azufre, cloro, selenio, bromo y yodo; y los gases nobles: helio, neón, argón, kriptón, xenón, radón y oganesón. En conjunto, los elementos no presentan muchas características homogéneas, por lo que se pueden encontrar elementos con funciones biológicas, con distintos grados de reactividad y diferentes electrones en su última capa de valencia. Además, se encuentran repartidos en 18 grupos.

Los no metales también cuentan con apariencias variables, aunque se caracterizan por no ser lustrosos ni reflejar la luz y por tener un punto de fusión inferior al de los metales, con la notable diferencia del diamante, forma del carbono que se funde a 3570 °C. Estos se pueden encontrar en todos los estados de la materia, como el azufre y el carbono que se encuentran en estado sólido; el bromo que sólo se encuentra en estado líquido; y el hidrógeno y el oxígeno que sólo se encuentran en estado gaseoso. Como propiedades químicas, se puede afirmar que al fusionarse con oxígeno forman anhidros u óxidos no metálicos; tienen moléculas conformadas por dos átomos o más; adquieren carga negativa al ionizarse; y sus átomos cuentan en su última capa con 4, 5, 6 o 7 electrones.

En cuanto a la reactividad de los no metales, se puede afirmar que estos tienden a parecerse, en la configuración electrónica en su última capa, a los gases nobles cuanto más cerca están de estos dentro de la tabla periódica. De esta manera, los elementos menos electronegativos serán más propensos a perder electrones ante otros más electronegativos. Así, mientras los elementos metálicos son más reactivos cuanto más a la izquierda están en la tabla, teniendo menos electrones para quitar; los no metálicos son más reactivos cuando más avanzan a la derecha, teniendo menos electrones para coger. De igual forma, los metales son más reactivos a medida que avanzan en su grupo, con una tendencia mayor a perder electrones; mientras que los no metales son más reactivos entre más arriba estén en su grupo, con una tendencia mayor a tomar electrones.

Más allá de los grupos y los periodos que conforman en la tabla periódica, los no metales se suelen clasificar de distintas formas. Una de ellas es en dos grandes grupos, no metales reactivos, entre los que se cuentan H, C, N, P, O, S, Se, F, Cl, Br y I; y los gases nobles: He, Ne, Ar, Kr, Xe y Rn. La otra forma es en tres grupos, los cuales son los halógenos: F, Cl, Br, I y At; otros no metales: H, C, N, P, O, S y Se; y los gases nobles. Otra forma es según su estado de materia, clasificándolos en sólidos: C, P, S, Se, I y At; líquidos: Br; y gaseosos: H, N, O, F, Cl, He, Ne, Ar, Kr, Xe y Rn. También se pueden ordenar según su configuración electrónica en gases nobles, no metales electronegativos: H, C, P, S, Se e I; y no metales muy electronegativos: N, O, F, Cl y Br.  Según su configuración atómica en elementos monoatómicos: He, Ne, Ar, Kr, Xe y Rn; elementos diatómicos: H, n, O, F, Cl, Br e I; y elementos poliatómicos: C, P, S y Se.