¿Qué es la plutocracia?

La plutocracia es una forma de gobierno en donde el poder es ostentado por la minoría más rica de la sociedad. El término proviene del griego ploutokratía (πλουτοκρατία), conformado por los vocablos ploutos (πλουτο), que traduce “riqueza”, y kratos (κρατία), que traduce “poder”. El término fue acuñado por el historiador y filósofo griego Jenofonte y se pueden encontrar ejemplos de este sistema a lo largo de la historia en distintas partes del mundo, en donde la plutocracia no responde a ninguna teoría política ni económica específica como la democracia, el socialismo, el anarquismo o el capitalismo, sino que responde únicamente al interés de la élite por conservar y aumentar su riqueza y su poder.

El término plutocracia se utiliza por lo general de forma peyorativa, pues representa una forma de gobierno poco equitativa en la que el poder se encuentra concentrado en una minoría de la población. Por lo general, como se ha visto a lo largo de la historia, esta minoría antepone sus intereses a los de la población en general, por lo cual atropella los derechos de los demás ciudadanos para obtener mayores beneficios en sus actividades económicas. Un ejemplo de ello sería la limitación del crecimiento real de los salarios, que favorece a los dueños del sector productivo y perjudica a los obreros. En algunos casos, la plutocracia puede darse cuando la élite no se encuentra en el poder propiamente, sino que tiene una gran influencia sobre los funcionarios políticos, haciendo que estos actúen en favor de dicha élite.

Cuando Jenofonte habló de plutocracia en la antigüedad, lo hizo para referirse al periodo en el que Atenas estuvo gobernada por los eupátridas, una minoría de terratenientes nobles que se dedicaran a acrecentar su riqueza por medio del sometimiento del campesinado. Los campesinos, incapaces de competir con el poder los eupátridas, comenzaron a adeudarse y llegó un momento en el que sólo podían pagar sus cuentan ofreciéndose como esclavos. Esta situación fue revertida con las reformas hechas por Solón en el siglo VI a. C., las cuales garantizaron el voto a todos los ciudadanos independientemente de su riqueza, limitaron los periodos ocupados por funcionarios y entregaron puestos públicos de forma aleatoria. Así, Jenofonte señalaba que la plutocracia traía inestabilidad social y Tucídides señaló que era una forma distorsionada de la aristocracia o la democracia.

En concreto, Tucídices y Séneca señalaron que la plutocracia traía consigo la decadencia del tejido social, conflictos entre las clases y hedonismo, lo cual llevaba irremediablemente a una revolución que deg eneraba en monarquía

. Ejemplo de ello fue la revolución llevada a cabo por los Gracos entre el año 133 a. C. y 123 a. C. para suprimir la plutocracia existente en Roma. Además de estos filósofos de la antigüedad, distintos pensadores se han descrito como opositores de la plutocracia o han mostrado críticas a este sistema, como Winston Churchill, Noam Chomsky, Juan Donoso Cortés y Alexis de Tocqueville. Aun así, en la actualidad se pueden encontrar síntomas de plutocracia en las democracias liberales modernas. Si bien, como se decía anteriormente, la élite más rica no se encuentra a la cabeza del gobierno, ejercer presión sobre las decisiones tomadas por los gobernantes

De esta forma, la plutocracia en la actualidad se manifiesta a través de la presión ejercida por los grupos empresariales, cuya influencia va más allá de los medios de producción, esparciéndose también sobre los medios de comunicación, la industria del entretenimiento, el arte y la educación. Esta influencia no sólo puede afectar a los gobernantes de turno, sino también a los procesos electorales y a la opinión pública. La supervivencia de este sistema es defendida por varios pensadores económicos, quienes alegan que, dado que de las personas más ricas depende la economía de la nación, la búsqueda de sus beneficios es al mismo tiempo la búsqueda del beneficio general.

De esta manera, los economistas liberales defienden que el capitalismo trajo a la humanidad el mayor bienestar que haya conocido en su historia, reduciendo la pobreza extrema y aumentando la riqueza de las personas en general, a pesar de que las sociedades sean cada vez más desiguales por las fortunas desorbitantes que ostentan unos cuantos. Esto ha conllevado a la clase media y a las clases bajas a manifestarse en favor de una sociedad más justa y equitativa, como ocurrió durante las protestas de Chile. En la actualidad, varios críticos han señalado la existencia de una plutocracia indirecta de la Troika en Europa; del grupo Prisa, Santander y Sogecable en España; y de los llamados holding en México y Estados Unidos.