¿Qué significa Quo vadis?

La expresión latina ¿Quo vadis? se puede traducir como la interrogación “¿Adónde vas?”, y tiene su origen en el ideario cristiano. Según se narra en el libro apócrifo de los Hechos de Pedro (XXXV), durante el año 64 d. C. el emperador romano Nerón ordenó que todos los cristianos fueran perseguidos, apresados y que sus mayores promotores fueran asesinados por medio de la crucifixión, pues temía que la influencia que tenían creciera y pudiera desestabilizar su gobierno. Advertido de este hecho, Pedro huyó de Roma, ciudad en la que se encontraba, con un rumbo incierto. Y en medio de las afueras de la ciudad romana, se encontró con Jesús, quien llevaba su cruz sobre la espalda. El discípulo le preguntó entonces a su maestro: «¿Quō vādis?» (¿Adónde vas?), a lo que este le respondió «Rōmam eō iterum crucifīgī» (Voy a Roma para que me crucifiquen de nuevo).

Según se sigue narrando en este texto apócrifo descubierto en la ciudad italiana de Vercelli, Pedro se llena de valentía cuando escucha a su maestro y decide volver a la ciudad de Roma. Aquí los soldados del imperio lo martirizan y luego lo crucifican con la cabeza hacia abajo. En el lugar donde fue crucificado, se construyó la Iglesia Domine quo vadis. Según indican los estudios, los Hechos de Pedro fueron escritos en Asia Menor durante la segunda mitad del segundo siglo después de Cristo. Estos estaban escritos originalmente en griego, aunque el texto que se conoce actualmente está en latín. Al igual que los Hechos de Juan

, texto del que podría estar inspirado, fue escrito por Lucius Carinus, compañero del apóstol Juan, según indica Epifanio. Así, este texto es uno de los primeros registros conocidos sobre la vida posterior de Pedro y su muerte.

Además de esto, Quo vadis aparece hasta siete veces dentro de la Vulgata latina, la traducción al latín de la Biblia que se hizo en el siglo IV, y que más tarde se convertiría en el texto oficial de la Iglesia Católica. Henryk Sienkiewicz, escritor polaco que ganó el Premio Nobel de Literatura en 1905, escribió en 1895 la novela Quo Vadis: Una narración del tiempo de Nerón, donde relata estos hechos. Dicha novela fue llevada a la pantalla en varias ocasiones, incluida una película de 1951 que obtuvo ocho nominaciones a los Premios Óscar. Desde entonces, la expresión se puede encontrar en distintas series, libros y películas, ya sean de carácter religioso o para promover lecturas simbólicas.