¿Qué es el sedentarismo?
El sedentarismo es el estilo de vida en el cual se realiza poca actividad física y se mantiene por mucho tiempo en un solo lugar e incluso en una misma posición, trayendo graves problemas para la salud. El término sedentario proviene de los vocablos latinos sedent, que se puede traducir como “el que permanece sentado” y arius, que traduce “caracterizado por”. De esta manera, sedentario se podría traducir como “aquel que se caracteriza por estar sentado”. A lo largo de la historia, el sedentarismo se ha agravado en la población y actualmente afecta a la mayoría de las personas del mundo. Así, diferentes inventos como los libros, los teléfonos inteligentes, el televisor, los videojuegos y los computadores han promovido e sedentarismo, mientras que los envíos a domicilio, las tiendas y los supermercados han hecho que las personas cada vez se desplacen menos.
El sedentarismo tiene su origen en la prehistoria, cuando los primeros seres humanos dejaron de caminar por el mundo (nomadismo) y prefirieron construir un hogar y unas aldeas donde asentarse. Esta transformación en el estilo de vida estuvo acompañada por la sustitución de la caza por la ganadería y de la recolección por la agricultura. Así mismo, el sedentarismo trajo consigo nuevos desafíos, como el de proteger la aldea y el de mantener el abastecimiento de estos asentamientos. En consecuencia, se erigieron casas más fuertes y se diseñaron sistemas de riego y pozos. Por tanto, el sedentarismo es el germen de la civilización, pues propicio la construcción de ciudades. Así, gracias al sedentarismo los seres humanos dejaron de ser depredados, se propició el desarrollo de las culturas, se combatieron las inclemencias del clima, se redujo el hambre y se mejoró la alimentación, y, en general, se mejoraron las condiciones de vida.
Si bien el sedentarismo nos definió como seres humanos hace mucho tiempo y ha posibilitado todo nuestro desarrollo tecnológico, en la actualidad supone un riesgo para la salud por la falta de actividad, pues los músculos que sostienen el cuerpo necesitan estar en acción constantemente para mantenerse en forma. Por ello la Organización Mundial de la Salud, conocida por sus siglas como OMS, recomienda que un adulto realice 150 minutos de ejercicio moderado a la semana y otros 75 de ejercicio vigoroso. Según un estudio realizado por esta organización en el 2016, al menos 1400 millones de personas (una quinta parte de la población mundial) tiene tendencia a sufrir demencia, enfermedades cardiovasculares, cáncer y diabetes debido al sedentarismo. El mismo estudio mencionado anteriormente señalaba que los diez países en donde las personas adultas realizaban menos actividad física eran Kuwait, Samoa Americana, Arabia Saudí, Brasil, Chipre, Mauritania, Mali, Filipinas, Serbia, Singapur e India.
El sedentarismo se puede combatir aumentando las actividades físicas que se realizan a lo largo de la semana o del día. De esta manera, se puede asistir a un gimnasio, que son los espacios más populares en la actualidad para mantener y mejorar el estado físico; se pueden sustituir los viajes en automóvil, bus y tren por viajes en bicicleta y caminatas; se puede comenzar a practicar un deporte, como el atletismo, la natación, el ciclismo, el fútbol, el baloncesto, el tenis, etc.; se puede practicar yoga para estirar los músculos y mejorar los problemas de espalda; se puede salir a bailar con frecuencia; y se puede hacer senderismo y campismo, aprovechando los viajes a otros lugares para ejercitar el cuerpo.
¿Cuáles son las consecuencias del sedentarismo?
Las principales consecuencias del sedentarismo en el cuerpo humano son:
- Tendencia a la obesidad, dado que la persona sedentaria no agota las calorías que consume, por lo cual estas se alojan en las regiones del cuerpo con mayor tejido adiposo, como el abdomen.
- Debilitamiento óseo, pues la poca o nula actividad física del sedentario hace que los músculos y los huesos se debiliten. Este problema puede escalar hasta la osteoporosis.
- Cansancio, debido a que el cuerpo del sedentario gana peso y a que ha dejado de fortalecer sus músculos, razón por la cual las actividades que requieren algún esfuerzo físico se le dificultan.
- Incremento del colesterol en las venas y las arterias como consecuencia del almacenamiento de grasas. Esto provoca que el flujo sanguíneo disminuya y que el corazón deba sobreesforzarse, causando problemas cardiovasculares.
- Problemas musculares, principalmente en el cuello y la espalda, pues debido al sedentarismo estas regiones han perdido fuerza como consecuencia del poco ejercicio y del sobrepeso.
- Trastornos en la digestión, pues luego de que dejen de gastarse las calorías consumidas normalmente, la masa corporal aumentará y el cuerpo comenzará a pedir más alimentos para sostenerlas.
- Cansancio y estrés, debido a la poca actividad física, al desmejoramiento del estado físico, a la autoestima y a la concentración en una sola actividad durante varias horas.