¿Qué es un zelote?

Los zelotes, también conocidos como zelotas, fueron una corriente política nacionalista fundada en el siglo I a. C. por Judas el Galileo y Zadoq. Estos conformaron la facción más violenta y reaccionaria del judaísmo de la época, enfrentándose en múltiples ocasiones contra los saduceos y los fariseos, a quienes acusaban de ser avaros y codiciosos. Es por esta razón que varios historiadores los consideran como los primeros guerrilleros de la historia, pues asesinaban civiles que tuvieran vínculos con el gobierno romano y que tuvieran la intención de delatarlos como una forma de escarmiento para que nadie más hiciera lo mismo. El término zelota proviene del vocablo hebreo kanai (קנאי), que se puede traducir como “aquel que cela por Yahvé”. El término también se puede encontrar en el griego zelotes (ζηλωτής), que traduce “admirador”, “celoso”, “emulador” o “seguidor”.

El objetivo de los zelotes era lograr la independencia judía del Imperio romano a través de la lucha armada. Esto ocurrió finalmente en la primera guerra judeo-romana que tuvo lugar entre los años 66 y 73. Con un coste de más de un millón de muertos, los judíos lograron controlar la ciudad de Jerusalén hasta que esta fue retomada en el año 117 por los romanos tras la guerra de Kitos. Esta guerra, llevada a cabo por el general Lusio Quieto, costó la eliminación sistemática varias comunidades judías en Jerusalén, Chipre, Susa, Babilonia, Alejandría y Cirenaica, lo que supuso la destrucción o conquista de grandes academias judías y la disolución de los zelotes, así como el debilitamiento de los otros grupos de resistencia. Además de esto, se les prohibió a los judíos la observancia del Shabat y el estudio de la Torá, incrementando la indignación de los sobrevivientes. Este hecho provocó un segundo levantamiento conocido como la rebelión de Bar Kojba, que terminó en una nueva victoria romana y en la esclavización y asesinato de cientos de miles de judíos más, la supresión de su autoridad religiosa y política, y la prohibición a entrar en Jerusalén.

Judas el Galileo, como fundador de los zelotes junto a Zadoq, es nombrado por Gamaliel, fariseo miembro del Sanedrín y autor de los Hechos de los Apóstoles del Nuevo Testamento, como un ejemplo de mesías fallido, en tanto su movimiento de liberación fracaso y trajo más penurias a la población de las que ya tenían

. Este punto de vista lo comparte Flavio Josefo en sus Antigüedades judías, adjudicándole a Judas la creación de la cuarta secta del judaísmo, después de los saduceos, los fariseos y los esenios, y el inicio de la primera guerra judeo-romana y la destrucción del Segundo Templo de Jerusalén. Esto se debió, además de sus acciones guerrilleras, a que los zelotes motivaron a los judíos para que no pagaran los impuestos romanos, pues afirmaban que el único gobernante de Israel era Dios. Si bien no está registrada la muerte de Judas, lo más probable es que haya sido crucificado después de negarse al censo.

Al interior del mismo movimiento zelote había un grupo denominado sicarios, que se caracterizaba por su sectarismo y virulencia. A tal punto que el término ha sobrevivido hasta nuestros días con el significado de mercenario, de asesino a sueldo. La palabra proviene del latín sicarius, formada por el vocablo sica, que hacía referencia a una espada o daga corta. Dado su tamaño, esta podía ocultarse bajo los pliegues de las túnicas para engañar y asesinar a las víctimas desprevenidas. Estos tenían por acostumbre atacar a sus enemigos en los días festivos, cuando una gran cantidad de personas se congregaba en la ciudad de Jerusalén, otorgándoles mayores posibilidades de salir impunes de dicho crimen. Así, solían actuar durante el peregrinaje hacia el templo y en las asambleas populares, arrepintiéndose hondamente cuando eran capturados para recibir piedad. En otras ocasiones, los sicarios secuestraban personas para intercambiarlas por compañeros suyos, como ocurrió con el secuestro del gobernador Eleazar, según lo relatado por Flavio Josefo.