¿Qué es el monismo?
El monismo es una tesis filosófica que afirma que el universo está compuesto por una sola sustancia (arjé) o causa. Este pensamiento se encuentra en oposición al dualismo, que defiende la idea de dos sustancias constituyentes, y el pluralismo, que defiende la idea de varias sustancias constitutivas. El término de monismo proviene de los vocablos griegos monos, que puede traducirse como uno, y el sufijo –ismo, que designa una doctrina. El concepto fue utilizado por primera vez por el filósofo alemán Christian von Wolff en su libro Logic, publicado en 1728. Luego fue desarrollado por otros autores hasta cayó en desuso con el auge de la filosofía analítica.
La idea de una sola sustancia se encuentra en varias culturas alrededor del mundo, como la egipcia, la babilónica, la china, la india o en varias de las culturas indígenas de América. Este pensamiento también tuvo lugar en la Antigua Grecia, en donde diferentes autores propusieron un tipo de sustancia. Por ejemplo, Tales de Mileto postuló que todo provenía del agua; Anaxímenes, que todo provenía del aire; Heráclito, que todo provenía del fuego; Parménides, que todo era ser; Anaximandro, que todo era ápeiron; Leucipo y Demócrito, que todo estaba conformado por átomos; y Pitágoras, que todo provenía de los números. El monismo luego sería desarrollado por pensadores posteriores como Spinoza, Berkeley, Hume, Marx, Hegel y Donald Davidson, entre otros.
¿Cuáles son las formas de monismo?
Usualmente se distinguen tres formas del monismo. Estas son:
Monismo materialista: es la doctrina filosófica que defiende la idea de que todo lo existente parte de una sola sustancia: la materia. De tal forma que todos los fenómenos del mundo pueden ser explicados a través de las leyes de la naturaleza. Esta corriente de pensamiento surgió a partir de Demócrito, quien formuló que la realidad estaba compuesta por átomos, y que todas las cosas debían su forma a la manera como estaban organizados estos.
Monismo espiritualista: en contraposición a la doctrina anterior, esta defiende que todo lo existente parte de la mente humana. De tal forma que la materia es producto de la imaginación. Así, la realidad es únicamente espiritual, y la dicotomía entre cuerpo y alma sería ilusoria, pues el primero sería producto de la segunda. Este pensamiento fue defendido por autores como Berkeley y Hegel.
Monismo intermedio o panteísta: ante las anteriores dos posturas enfrentadas, Baruch Spinoza propuso, buscando una respuesta neutral, que el universo no se correspondía al dualismo cartesiano (material y espiritual) sino que estaba compuesto por una sola sustancia, que era Dios. De esta sola sustancia derivarían entonces la extensión y el pensamiento, por lo que su interacción ya no sería problemática.