Los músculos sólo logran contraerse y acortarse, para recuperar su forma se ensanchan y alargan pasivamente mientras otros músculos se contraen. La contracción de músculos esqueléticos y tendones genera movimiento corporal.
Estructura Muscular
El músculo esquelético (estriado o voluntario), reside en fascículos espesos y apretados de células por lo general alargadas llamadas miofibras. Una miofibra típica mide 2-3cm de largo y 0,05mm de diámetro, y esta compuesta de estructuras más cerradas, las miofibrillas, que contienen a su vez miofilamentos formados especialmente por las proteínas actina y miosina. Numerosos capilares distribuyen al músculo el oxígeno y la glucosa necesarios para la energía de la contracción.
Contracción
En el músculo relajado, los miofilamentos sólo se superponen parcialmente. Cuando se contraen, los filamentos de miosina se ruedan entre los de actina, disminuyendo las miofibrillas y las miofibras. La intensidad de la contracción depende de cómo se acortan en total en muchas miofibras.
Palancas Corporales
Los movimientos corporales tales como afirmar con la cabeza o andar siguen los principios mecánicos de emplear una fuerza a una parte de una palanca que pivota sobre un apoyo para levantar un peso (carga) en otra parte de la palanca. Los músculos emplean la fuerza, los huesos hacen de palancas y las articulaciones de fulcros. En el cuerpo hay muchos sistemas de palancas y entre todos ellos permiten una amplia gama de movimientos, así como la capacidad de levantar y transportar cosas.
- Palanca de Primer Tipo: El fulcro está situado entre la fuerza y la carga, como en un balancín. Un ejemplo es el de los músculos posteriores del cuello, que basculan la cabeza hacia atrás sobre las cervicales.
- Palanca de Segundo Tipo: La carga se apoya entre la fuerza y el fulcro. Cuando uno se pone de puntillas, los músculos de la pantorrilla aplican la fuerza, el talón y el pie forman la palanca, y los dedos del pie hacen del fulcro.
- Palanca de Tercer Tipo: La fuerza se aplica entre la carga y el fulcro. Es el tipo de palanca más común en el cuerpo, un ejemplo, es la flexión del codo (el fulcro) al contraer el bíceps braquial.
Sentido de la Posición
Los músculos contienen diversos sensores diminutos, los huesos neuromusculares, que son fibras musculares transformadas con una vaina en forma de huso y varios tipos de suministro nervioso. Las fibras nerviosas sensoriales o aferentes, que envuelven estas fibras musculares, transmiten al cerebro información sobre la prolongación muscular y la tensión al extender el músculo. Las neuronas motoras estimulan la reacción opuesta, la de contraer y acortar el músculo, y además restaurar la tensión muscular normal. Todos estos receptores, junto con otros similares en los tendones y ligamentos, confieren al cuerpo la propiocepción o sentido innato de su posición y postura propias.
Coordinación Muscular
Los músculos sólo pueden estirar y no empujar, y por eso se acomodan en pares que actúan de forma opuesta. El movimiento derivado por un músculo puede ser invertido por su opuesto. Cuando un músculo se contrae para crear movimiento se le llama agonista, mientras que su opuesto, el antagonista, se estira pasivamente al relajarse. En realidad, pocos movimientos se consiguen con una contracción muscular única. Por lo general, grupos enteros de músculos hacen de agonistas para dar el grado y la dirección de movimiento necesarios, mientras que los antagonistas se tensan para evitar una extensión excesiva del movimiento.
Tendones
Son cordones fibrosos de tejido conjuntivo que se articulan los músculos esqueléticos a los huesos. Dentro de ellos, las fibras de Sharpey atraviesan en el periostio para incrustarse en el hueso. Los tendones de manos y pies conservan unas vainas auto lubricantes que evitan el roce con los huesos. Desde los huesos de la mano, los tendones se ensanchan hacia arriba, hasta los músculos situados cerca del codo.
Ligamentos
Son fuertes bandas o cintas de tejido fibroso que sirven de viga a los huesos y vinculan sus extremos dentro de las articulaciones y en torno a estás. Están formados por colágeno, una proteína resistente y elástica. Un gran número de ligamentos unen las complejas articulaciones de la muñeca y el tobillo. Cada ligamento lleva el nombre de los huesos que une: el calcaneoperoneal, por ejemplo, conecta el calcáneo con el peroné. Los ligamentos del pie almacenan energía al estirarse cuando la planta se apoya en el suelo y lo ceden al contraerse para dar “resorte” al paso, con lo que se ahorra muchísima energía al andar. Los ligamentos pueden sufrir una gran variedad de lesiones debido a las tensiones que soportan, en especial al hacer deporte.