¿Qué es la certeza?

La certeza es aquel conocimiento del que se tiene completa seguridad sin lugar al error o a la duda. Esta se obtiene como la garantía de un enunciado que se cree cierto y que puede ser comunicado y aprehendido por otro ser racional.  La certeza es la base de las ciencias naturales y el pensamiento materialista, pues se erige como el conocimiento entregado por la realidad o aquel que la describe perfectamente. Se encuentra en oposición a la duda, en tanto esta tiene lugar de la desconfianza de un enunciado o del poco conocimiento sobre una cuestión determinada, y la opinión, en tanto esta es una afirmación subjetiva y rebatible del mundo.

Así, pueden diferenciarse dos formas de entender la realidad y su relación con el conocimiento y la verdad. Por un lado, está el realismo, que defiende las ideas de que los objetos existen independientemente de los sujetos y que el mundo puede ser conocido por medio de la razón; y por el otro, el escepticismo, que defiende las ideas de que la realidad no puede ser alcanzada sino nombrada por el lenguaje y que el mundo exterior, de existir, no puede ser conocido ni comunicado en su esencia.

En la filosofía antigua, se distinguieron dos clases de conocimiento: uno intelectual, propio del razonamiento; y uno empírico, propio de los sentidos. Así, el primero correspondía a un conocimiento objetivo de la realidad, mientras el segundo correspondía a un conocimiento subjetivo de esta, que podía variar. Para Platón, no podían obtenerse certezas del mundo real, pues este estaba compuesto por sombras del mundo de las ideas; para Aristóteles

, las certezas eran propias de las circunstancias determinadas de un objeto, pues, aunque este no cambiaba en su esencia, este cambiaba en sus características accidentales constantemente.

Estas ideas, que tendrían gran influencia hasta terminada la Edad Media, llegarían a su fin con el pensamiento de Descartes. Este radicaría no en saber si las cosas son verdad o no, sino de qué forma pueden verificarse por medio del método científico. De esta manera, se trata de deducir la configuración del mundo a partir de axiomas, construyendo certezas y teorías. No obstante, esta postura cientificista sería puesta en duda durante el siglo XX con los estudios de la semiótica, la lingüística y la hermenéutica, que señalarían a las certezas de la ciencia y la historia como meros discursos.

¿Qué se ha dicho sobre la certeza?

Algunas de las frases más famosas sobre la certeza son:

«La duda no es una condición agradable, pero la certeza es absurda» (Voltaire)

«En este mundo nada puede decirse que sea cierto, excepto la muerte y los impuestos» (Benjamin Franklin)

«No existe la certeza absoluta, pero hay seguridad suficiente para los propósitos de la vida humana» (John Stuart Mill)

«Si tratas de dudar de todo, no llegarás a dudar de nada. El juego de la duda presupone la certeza» (Ludwig Wittgenstein)