¿Qué es la concordancia verbal?

La concordancia verbal es un tipo de concordancia gramatical entre el sujeto y el verbo de una frase. En especial, la concordancia verbal pone su foco en el número del verbo, que puede ser singular o plural, y el tipo de sujeto, que puede ser una entidad o una primera persona, una segunda, una tercera, pudiendo ser singular o plural.

Como reglas generales, se establece que:

  • Si el sujeto es singular, el verbo también debe ser singular.
  • Si el sujeto es plural, el verbo también debe ser plural.

No obstante, hay varios casos que escapan a estas reglas. Algunos de ellos son:

  • Si el sujeto es colectivo, el verbo será singular. Por ejemplo: la gente corre; la jauría se aproxima.
  • Si el sujeto es múltiple, el verbo será plural. Por ejemplo: Andrea y Juan caminan; el perro y el gato estuvieron peleando. Sin embargo, si el verbo va primero, entonces es singular. Por ejemplo: cayó agua y granizo. Si los elementos son neutros, también el verbo es singular. Por ejemplo: empujar y grita no es lo apropiado. Si los elementos hacen referencia a una misma entidad, también el verbo es singular. El cantante y compositor fue presentado.

¿Qué es la concordancia nominal?

La concordancia nominal es un tipo de concordancia gramatical entre los adjetivos y determinantes con el sustantivo. En especial, la concordancia nominal pone su foco en el género y el número del sustantivo y el de los adjetivos y determinantes dentro de una misma frase. Así, el género de un sustantivo, adjetivo o determinante puede ser masculino o femenino; mientras su número puede singular y plural.

Como reglas generales, se establece que:

  • Si el sustantivo es masculino, el adjetivo o el determinante también lo será. Por ejemplo: un chicho alto; ese hombre extraño; el perro faldero.
  • Si el sustantivo es femenino, el adjetivo o el determinante también lo será. Por ejemplo: una chica linda; esa mujer ansiosa; la gata amistosa.
  • Si el sustantivo es plural, el adjetivo o el determinante también lo será. Por ejemplos: los perros rabiosos; las gatas taciturnas.
  • Si el sustantivo es singular, el adjetivo o el determinante también lo será. Por ejemplo: el árbol frondoso; la flor marchita.