¿Cómo se formó la colonia de Colombia?

La colonia española en Colombia comenzó a formarse tras la llegada de los primeros conquistadores a las costas colombianas. A diferencia de otras regiones de América como Mesoamérica y Perú, los españoles descubrieron que las culturas de este nuevo territorio estaban dispersas y que se encontraban en una gran desventaja geográfica, pues podían atravesar todo el país por distintas rutas terrestres y marítimas y por ambos océanos. Los primeros europeos en pisar tierra colombiana fueron Alonso de Ojeda y Américo Vespucio en 1499, quienes arribaron al Cabo de la Vela, en el norte de la Guajira. Dos años más tarde, Rodrigo Bastidas se aventuró más allá y recorrió la costa caribe pasando por lo que hoy es Cartagena y llegando finalmente a la desembocadura del río Magdalena. Aun así, el primer asentamiento español sólo se fundó en 1509 por Alonso de Ojeda, conocido como San Sebastián de Urabá, aunque este no prosperó y la población y los bienes tuvieron que ser trasladados a Santa María la Antigua del Darién, en el Golfo del Urabá, la cual se convertiría en la capital de la gobernación de Castilla de Oro, la primera en la región.

Con Castilla de Oro como una de los primeros asentamientos españoles en tierra firme, el rey no vio al territorio colombiano como una colonia sino como un reino perteneciente a la corona española. De esta manera, según decretaban las Capitulaciones, los mares y las tierras de Colombia eran españolas. Por esta razón, la reina Isabel I ordenó en 1500 que no se esclavizara a los nativos. Siguiendo esta idea, se formaron las Leyes de Burgos en 1512 y se estableció la Encomienda, por la cual los nativos debían entregar un impuesto a la corona española para mantener su propia existencia. Después de esto, se impuso la Mita, otro impuesto que exigía que los nativos trabajaran para el gobernador y para el encomendero. Entretanto, siguió la guerra contra los pueblos indígenas que todavía estaban en el país. Así, Gonzalo Jiménez de Quesada derrotó a los Chibchas (Confederación Muisca) y fundó Santa Fé de Bogotá en Bacatá, donde los nativos tenían su principal ciudad.

Tras esto, Quesada nombró la región que había conquistado como Nuevo Reino de Granada; y en 1548 se creó la Real Audiencia de Santafé de Bogotá para administrar esta región, la cual era parte del Virreinato del Perú. De esta manera, Santa Marta y Cartagena pertenecían a la Real Audiencia de Santo Domingo y Popayán también pertenecía al virreinato del Perú. Tras la creación Real Audiencia de Santafé de Bogotá, estos territorios pasaron a ser parte del Nuevo Reino de Granada, por lo cual se encargó de los asuntos judiciales y ejecutivos hasta que en 1564 estos fueron asumidos por la gobernación. Con el paso del tiempo, las provincias y administraciones de la periferia también fueron agregadas a la Nueva Granada.

Para mantener el poder en esta colonia, la corona española les entregó propiedades a los conquistadores, a los gobernantes y a sus descendientes para que permanecieran en América. Estos erigieron entonces grandes haciendas y se apropiaron de la explotación minera. Para aumentar la producción de estas posesiones, se trajeron esclavos negros de África; mientras que se creó el Resguardo para intentar proteger a los indígenas. Luego de esto, se permitió la llegada a América de campesinos y familias españolas, quienes se asentaron en la Nueva Granada, poblando las ciudades y fortaleciendo la colonia. No obstante, debido al trato que recibían por parte de sus amos, muchos negros huyeron de sus amos, por lo que fueron denominados como cimarrones, y conformaron resguardos, como es el caso del Palenque de San Basilio, que fue reconocido por la Real cédula en 1713 al no poder someterla por la fuerza.

Ya para 1717, se fundó oficialmente el Virreinato de Nueva Granada por orden del rey español Felipe V. De esta forma, el Virreinato quedó compuesto por las Audiencias de Quito, Santafé y Panamá, y con la Capitanía General de Venezuela. Sin embargo, por problemas financieras, el Virreinato dejó de existir entre 1724 y 1740, pero fue restaurado nuevamente. El poder central de este organismo recayó sobre la Real Audiencia de Santafé de Bogotá, por lo cual Santa Fe pasó a ser su capital. Aun así, las decisiones más importantes sobre estos territorios se tomaban en el Consejo de Indias. Pese a toda esta organización y a los dos siglos que ya llevaban los españoles en el territorio colombiano, poco sabían sobre este. Fue así como el virrey Antonio Caballero y Góngora delegó a José Celestino Mutis para que realizara una expedición botánica por toda la Nueva Granada. Con el conocimiento pleno de su territorio, el virreinato, como colonia española, perduró hasta la Independencia de Colombia alrededor de 1810.