¿Qué fue el franquismo español?
Con el nombre de franquismo se conoce al periodo de la historia de España en el cual el país fue gobernado por el dictador Francisco Franco. Esto ocurrió entre 1939, cuando las fuerzas franquistas derrotaron a los republicanos, hasta 1975, cuando Franco murió y dejó como sucesor del poder al rey Juan Carlos de Borbón (Juan Carlos I de España), quien llevaría al país a su democratización en los años siguientes. Siguiendo el ejemplo de otros gobiernos fascistas de la época como la Alemania Nazi o la Italia de Benito Mussolini, Franco promovió el nacionalismo, el unipartidismo, el culto a la personalidad, la persecución a la oposición y la censura, entre otros atropellos a la población civil; aunque también fue el periodo en el que ocurrió el llamado Milagro económico español, cuando el país sufrió una gran aceleración económica y un fuerte proceso de industrialización.
Cuando terminó la guerra civil española, que se había desarrollado entre 1936 y 1939 como consecuencia del fracaso de la Segunda República, se instauró el régimen franquista y se persiguieron a los simpatizantes de la llamada “España roja”, que hacía referencia a todos aquellos que simpatizaran con la república, encarcelándolos, fusilándolos y, en algunos casos, enviándolos a los campos de concentración nazi. Esto provocó el exilio de miles de españoles a otros países de Europa, como Francia, Reino Unido y la Unión Soviética, y países de América, como Argentina, Venezuela, México y Estados Unidos, entre otros. De esta manera, cerca de 485.000 españoles huyeron de su país mientras la dictadura se afianzó en el poder hacia 1940.
Una vez estalló la Segunda Guerra Mundial, la España franquista asumió una posición de neutralidad y más tarde, tras una reunión de Franco con el propio Hitler y sus respectivos ministros en Hendaya, decidió adoptar una posición de no beligerancia, sobre la cual terminó ayudando a Alemania con el envío de una división de voluntarios al frente Oriental, donde los nazis se enfrentaban a las fuerzas soviéticas. Esta fue conocida como la División Azul y contó con un total de 50.000 soldados, entre los que se encontraban 146 mujeres (Sección Femenina). Terminada la guerra, la recién fundada Organización de las Naciones Unidas aisló a España por su apoyo a las Potencias del Eje y por su forma de gobierno fascista, lo que provocó el desarrollo de una economía autosuficiente.
Sin embargo, este bloqueo internacional caería en la década de 1950 con las tensiones de la Guerra Fría, pues España tenía una posición geográfica estratégica en Europa y un gobierno abiertamente anticomunista, lo que le ganó la simpatía de Estados Unidos y sus aliados, principalmente en Europa. Esto generó una apertura hacia el comercio exterior y una recuperación de la producción industrial, llegando a los niveles de 1936 hacia 1955. De esta manera España, que había sido un país atrasado económicamente en comparación con sus pares europeos, sufrió un fuerte crecimiento económico entre 1959 y 1973 apoyado por el Plan de Estabilización, lo que provocó el éxodo de las regiones rurales y el crecimiento de las ciudades. Así, mientras se despoblaron en más de un 20% las provincias de Lugo, Palencia, Zamora, Soria, Segovia, Teruel, Guadalajara, Cuenca, Ávila, Cáceres y Badajoz entre 1950 y 1981; crecieron demográficamente en más de un 80% las provincias de Barcelona, Madrid, Álava, Guipúzcoa, Vizcaya, Alicante y Las Palmas.
Pese a este crecimiento económico y al surgimiento de una clase media que hasta entonces había sido inédita en el país, las libertades políticas y personales siguieron estancadas durante el régimen. Esto provocó la desestabilización del poder y la oposición de distintos sectores de la sociedad, principalmente de trabajadores y estudiantes. Aun así, el régimen fue tolerado por la comunidad internacional, ejemplo de ello fueron las visitas de Nixon y Kissinger a Franco en 1970. De todas maneras, viendo sus fuerzas debilitadas tanto físicas como políticas, Franco decidió nombrar como sucesor a Juan Carlos de Borbón. Y así, este llegó al poder tras la muerte de Franco el 20 de noviembre de 1975, y comenzó el proceso de regresar el país de la democracia, lo cual finalmente ocurrió en 1977. Un años después, se instauró la Constitución española de 1978, con lo cual se adoptó una monarquía parlamentaria.