¿Qué es la germinación?
La germinación es el proceso a través del cual los organismos del reino plantae (planta) se desarrollan, creciendo desde una semilla o una estructura similar hasta formar el tallo, las hojas, las flores y los frutos, dependiendo del caso. Para que una planta lleve a cabo su germinación, debe contar con condiciones favorables, como lo son una temperatura adecuada, una cantidad periódica y medida de agua, dióxido de carbono, sales mineras y luz solar. No obstante, muchas semillas germinan sin contar con este último requisito. Por lo general, el término “germinación” se aplica para plantas angiospermas y gimnospermas, aunque hay autores que lo extienden hasta organismos del reino hongo que crecen a partir de esporas.
La germinación se clasifica según qué posición adopten los cotiledones. Si se mantienen bajo tierra, se denomina germinación hipogea; si se extienden en el aire convirtiéndose en hojas primarias, se denomina germinación epigea. Es de señalar que no todas las semillas de una especie germinan en condiciones favorables. Así, dentro de la agricultura se habla de tasa de germinación o capacidad de germinación de acuerdo a la porción de plantas que se desarrollan a partir de un determinado lote de semillas.
¿Cuál es el proceso de germinación?
Durante su proceso de germinación, una planta pasa por diferentes fases. En un primer momento, el agua del medio exterior se introduce en la semilla en lo que se conoce como imbibición. De esta forma, los tejidos contenidos se hidratan en un lapso de tiempo distinto según cada planta. Luego de esto, emerge la radícula, excavando en lo profundo de la tierra y convirtiéndose en la raíz principal