¿Qué es el modernismo literario?

El modernismo, dentro de la literatura, es un movimiento artístico que se gestó entre 1880 y 1917 en las letras hispanoamericanas, principalmente en la poesía. Este movimiento estuvo marcado por la rebeldía creativa, una profunda renovación del lenguaje, la métrica y los géneros literarios, el culturalismo cosmopolita y el refinamiento aristocrático y narcisista. El modernismo literario estuvo enmarcado dentro de la crisis de las artes y las letras de finales del siglo XIX, que dio lugar a otros movimientos como el Modern Style en Inglaterra, el art noveau en Francia y Bélgica, el Jugendstil en los Países Nórdicos y Alemania, la Sezession en Austria, la Floreale en Italia, la Liberty en Estados Unidos, y el modernismo de otras artes en Hispanoamérica. El término modernismo surgió de la tendencia católica del siglo XIX y comienzos del siglo XX que buscaba relacionar el pensamiento católico con los avances de la ciencia en términos de la historia, la filología y la arqueología, y que fue referida despectivamente como modernista. En literatura, se considera que la primera manifestación del modernismo fue la publicación de la antología de cuentos Azul… en 1888, escrita por Rubén Darío.

¿Cuáles son las principales características del modernismo?

Las principales características del modernismo son:

  • Es un movimiento literario que rompe con los conceptos estéticos de la literatura anterior, como el costumbrismo.
  • Es un movimiento literario fuertemente relacionado con su época, especialmente por la revolución industrial y la crisis espiritual del fin de siglo provocado, entre otras cosas, por la derrota de España en la Guerra hispano-estadounidense.
  • El modernismo es un movimiento que sintetiza algunas de las cualidades del simbolismo y el parnasianismo, como la perfección del texto, la importancia de las sensaciones, los temas exóticos, la sugerencia en contraposición a la exposición.
  • Rechazo a la cotidianidad, por lo cual los personajes y, el autor mismo, se sitúa en un lugar lejano y exótico.
  • Búsqueda de la perfección formal, que conlleva a un gran grado de individualismo y preciosismo, semejante a la perfección buscada por la literatura europea.
  • Preferencia por lo vital y lo melancólico, temas que muchas veces son alternados en un mismo texto.
  • Acercamiento de la palabra a otras artes plásticas, con lo que se rescata la importancia de poetizar los colores, los sonidos, la sinestesia y demás sensaciones asociadas a los sentidos.
  • Se renueva la métrica, alternando versos propios de la Edad Media, como el dodecasílabo, el alejandrino y el eneasílabo, con versos libres, renovando completamente al soneto.
  • Se prefieren temas asociados al sensualismo y a la mitología.
  • Uso de vocablos poco utilizados, como galicismos, helenismos y cultismos, con la intención de dotar al texto de prestigio.
  • Preferencia de los temas nacionales sobre los extranjeros. Exaltación de la propia identidad nacional.

¿Cuáles son los principales temas del modernismo?

Los temas más recurrentes del modernismo son:

  • Evasión de la realidad, huyendo a otros tiempos y otros espacios.
  • Idealización de la mujer y del amor, aunque hay una clara diferencia entre el amor delicado y profundo, y el amor erótico e intenso. A esto se le suma el amor imposible como un tema recurrente.
  • Preferencia por los temas cultos, como episodios concretos de la mitología y de la historia.
  • Exaltación de lo hispánico, como un mundo armónico frente a un universo caótico.
  • Anhelo por el cosmopolitismo y, especialmente, por París.
  • Amor por las costumbres aristocráticas.
  • Defensa de los indígenas y rescate de su cosmovisión.
  • Interés por los temas asociados al continente americano.
  • Tristeza, angustia, melancolía y hastío causada por la cotidianidad y el mundo contemporáneo.

¿Quiénes son los principales autores del modernismo?

Rubén Darío, nacido en Nicaragua en 1867 y tal vez el autor más reconocido de este movimiento. Además de este, podemos encontrar grandes representantes del modernismo en Argentina, como Leopoldo Lugones y Enrique Larreta; en Bolivia, como Ricardo Jaimes Freyre; en Chile, como Carlos Pezoa Véliz; en Colombia, como José Asunción Silva y Guillermo Valencia Castillo; en Costa Rica, como Rafael Ángel Troyo y Lisímaco Chavarría; en Cuba, como José Martí y Julián del Casal; en República Dominicana, como Manuel de Jesús Galván; en Ecuador, como Ernesto Noboa y Caamaño, Arturo Borja, Humberto Fierro y Medardo Ángel Silva; en España, como Tomás Morales Castellano, Alberto Álvarez de Cienfuegos, Ricardo Gil, Manuel Machado, Eduardo Marquina, Salvador Rueda, Manuel Reina Montilla, Alonso Quesada, Saulo Torón Navarro y Francisco Villaespesa; en Guatemala, como Enrique Gómez Carrillo; y en México, como Amado Nervo, Manuel Gutiérrez Nájera, Salvador Díaz Mirón, Luis Gonzaga Urbina, Enrique González Martínez y José Juan Tablada; en Perú, como José Santos Chocano, Manuel González Prada, Aurora Cáceres, Clemente Palma Román, Ventura García Calderón; en Puerto Rico, como Julia de Burgos; en Uruguay, como Delmira Agustini y Julio Herrera y Reissig; en Venezuela, como Rómulo Gallegos, Rufino Blanco Fombona y Manuel Díaz Rodríguez.