La nariz realiza dos importantes tareas. En primer lugar; filtra el aire que respiras para que cuando llegue a los pulmones esté lo suficientemente limpio y también tibio. Además, nos permite identificar los olores alrededor para protegernos. Muchos olores son agradables, pero otros son desagradables. Puede que los malos olores den asco, pero en muchos casos sirven de advertencia temprana para alertarnos contra peligros tales como los gases venenosos o posibles infecciones por basuras expuestas.
Partes de la nariz
- Cavidad Nasal: Espacio hueco detrás de la nariz que está tapizado de membranas que secretan mucosidad.
- Cilios: Especie de pelillos, muchos más diminutos que las células receptoras, que se mueven como una escoba para empujar la mucosidad hacia la garganta.
- Pelo Nasal: Atrapa cualquier partícula como polvo y mugre, que no deba ir a los pulmones.
- Fosas Nasales: Orificios en que terminan los pasajes nasales. Vienen en diferentes formas y tamaños.
- Paladar: Hueso plano que separa la boca de la cavidad nasal.
- Bulbo Olfativo: está situado detrás de la nariz, en una porción anterior del cerebro y recibe señales nerviosas que luego pasa a otras partes del cerebro para que el olor sea identificado.
- Nervio Olfativo: Lleva mensajes de olor de las células receptoras al bulbo olfativo.
- Células Receptoras Olfativas: Diminutos receptores en forma de pelo que captan las partículas de olor y envían mensajes nerviosos al bulbo olfativo.
Receptores de olores
En la parte superior de la cavidad nasal hay más de 25 millones de receptores de olores. Cada receptor tiene, en la punta, más de 20 cilios cubiertos por una mucosidad acuosa. Las molécu las olfativas se disuelven en la mucosidad al inhalar y se pegan a los cilios. Esto envía impulsos nerviosos al cerebro. La inhalación ayuda a detectar los olores; pues arroja más aire en la parte superior de la nariz.
Limpieza de la nariz
Al estornudar se arroja mucosidad a través de las fosas nasales a una velocidad arriba de los 160 km por hora. Esta acción reflejo es provocada por infecciones como el resfriado común, o por partículas de polvo que pueden llegar a irritar las cavidades nasales.
Datos curiosos
- Las partículas atrapadas en los pelos nasales se cubren de mucosidad; está se seca y se endurece por lo que la llamamos comúnmente “moco”.
- La nariz se la pasa produciendo mucosidad o moco todo el tiempo. Aunque parezca repugnante, es algo necesario, pues es precisamente la mucosidad la que disuelve las partículas de olor para que el cerebro pueda identificarlos. Además, humedece el aire que respiramos antes de que llegue a los pulmones.
- Todos tenemos pelos en la nariz. Esos pelos atrapan todo lo que no debe de entrar en los pulmones: mugre, polvo, etc.
- La nariz está llena de bacterias. Pero no debemos preocuparnos, pues por lo general esta bacteria es inofensiva; cuando no lo es, el eficaz equipo compuesto por el pelo nasal y la mucosidad se encarga de controlarla.