¿Qué son los protozoos?

Los protozoos, también conocidos como protozoarios, son un conjunto de organismos protistas y unicelulares micróscopicos que habitan ambientes húmedos o acuáticos, siendo muchas veces parásitos de otros organismos. Dado que los organismos agrupados bajo este término son de diversa índole, su nutrición puede ser heterótrofa, fagótrofa o mixótrofa, y su reproducción puede ser tanto asexual como sexual. De igual forma, aunque por lo general se considera como protozoo a los seres con un tamaño que oscila entre 10 y 50 micrómetros, hay algunos otros que llegan a medir unos pocos milímetros. La primera persona en observar estos microorganismos fue el comerciante y científico neerlandés Anton van Leeuwenhoek, quien en 1674 observó algas unicelulares y Vorticella en un lago de la ciudad de Delft. Luego de que Leeuwenhoek presentara su descubrimiento en la Royal Society, estos seres fueron bautizados como animálculos. No fue sino hasta 1818 cuando el término Protozoa fue acuñado por el naturalista alemán Georg August Goldfuss.

¿Cómo se clasifican los protozoos?

El filo de los protozoos usualmente se divide en las siguientes cuatro clases:

Ciliados: también conocidos como Infusoria, Ciliophora o Ciliata, son aquellos organismos que están rodeados por cilios, complejas estructuras celulares que se asemejan al pelo que les permiten desplazarse a estos seres. Este filo se encuentra divido en Postciliodesmatophora, cuando el macronúcleo no se divide o lo hace a través de microtúbulos extramacronucleares; y en Intramacronucleata, cuando el micronúcleo se divide a través de microtúbulos intramacronucleares.

Esporozoos: también conocidos como Sporozoa, son aquellos organismos parásitos incapaces de moverse y que cuentan con una etapa de esporulación. Dentro de esta categoría encontramos seres animales, hongos y protistas, como el plasmodio que causa la malaria.

Flagelados: también conocidos como Mastigóforos, Flagellata o Mastigophora, son aquellos organismos que poseen uno o más flagelos, los cuales se tratan de largos filamentos que impulsan a la célula a través de su movimiento. Mientras algunos flagelados tienen vidas solitarias, otros se organizan en grandes colonias que pueden llegar a albergar más de mil individuos. Estos pueden encontrarse fácilmente en medios acuáticos, sin importar la salinidad de la misma.

Rizópodos:  también conocidos como Sarcodinos, Sarcodina o Rhizopoda, son aquellos organismos ameboides que se desplazan a través de seudópodos (extensiones del citoplasma), los cuales también les sirven para alimentarse por medio de fagocitosis. Estos seudópodos pueden ser lobodopios, cuando son muy gruesos, o filodopios, cuando son muy delgados. Así, podemos encontrar organismos como los lobosea, los radiolarios, los nuclearias, los heliozoos y los foraminíferos, entre otros.