En un contexto básico, hay dos formas de crear una molécula grande y compleja: por la combinación de átomos uno tras otro, según su método preciso; o el ensamble, con antelación de moléculas más pequeñas que luego se unen. Así, por ejemplo, con los trenes se forman acoplando locomotoras a diversos vagones, la vida también adopta el enfoque modular.

Las moléculas orgánicas pequeñas (como la glucosa), utilizan como subunidades que se combinan para formar moléculas más largas (como el almidón), al igual como los vagones del tren. Las subunidades individuales se conocen “monómeros” (del griego una parte), las cadenas largas de monómeros se llaman “polímeros” (muchas partes).

Las Moléculas Biológicas se Unen o se Desintegran por la Interacción con el Agua

El agua juega un papel central para la vida, en las reacciones que descomponen las moléculas biológicas para poder liberar subunidades que el cuerpo pueda utilizar. Asimismo, cuando se sintetizan las moléculas biológicas complejas del cuerpo, por lo general se genera agua como un subproducto.

Las subunidades que constituyen las moléculas biológicas grandes casi siempre se enlazan mediante una reacción química llamada (síntesis por deshidratación), lo cual conlleva a la eliminación de un ion de hidrógeno (H+) de una subunidad y también se elimina un ion de hidroxilo (OH-) de una segunda subunidad, para crear vacíos en las capas de electrones externas en los átomos de ambas subunidades. Estos vacíos se completan compartiendo electrones entre las subunidades, para generar un enlace covalente que las pueda unir. Posteriormente, los iones de hidrógeno e hidroxilo se combinan para formar una molécula de agua.

La acción inversa, denominada (hidrólisis), lo que rompe el agua por decirlo, divide la molécula y de esta manera la regresa a sus subunidades originales.

La hidrólisis es la principal forma en que las enzimas digestivas descomponen los alimentos, por ejemplo, en una galleta salada de almidón, está compuesto de una serie de moléculas de glucosa (azúcar simple). Las enzimas de la saliva y del intestino delgado impulsan la hidrólisis del almidón en las moléculas individuales de azúcar que el cuerpo las pueda absorber.

Un fundamento a tener en cuenta sobre la complejidad de los seres vivos, es saber que casi todas las moléculas biológicas corresponden a sólo cuatro categorías generales: carbohidratos, lípidos, proteínas y ácidos nucleicos.