Los músculos, huesos y articulaciones dan al cuerpo una organización de soporte capaz de incontables movimientos. Músculos y huesos también tienen numerosas interacciones con otros medios físicos, principalmente con los nervios para el control y la coordinación; y con la sangre, que aporta a los músculos sus necesidades fundamentales de energía.

El sistema muscular nunca se interrumpe; inclusive cuando el cuerpo duerme, el corazón late, la respiración continua, los intestinos trabajan. No obstante, la mayoría de músculos se relajan durante el sueño, algunos se contraen de vez en cuando para cambiar la posición del cuerpo y evitar que se aplasten nervios y vasos sanguíneos, lo que podría causar daños por privación de sangre.

 

Coordinación

El cuerpo humano debe tener coherencia de los movimientos, a partir de unas labores simples como el pestañeo en los ojos, los movimientos son la consecuencia de variadas contracciones. También, al hacer un movimiento tenue como la sonrisa intervienen 20 músculos faciales, y en otro más complicado, como el de escribir, más de 60 músculos del brazo, la mano y muñeca. Al mover el brazo, no sólo actúan los músculos del hombro, sino también otros músculos que nivelan el cuerpo mientras el peso se redistribuye por el tronco. El resto de los músculos tampoco se relajan, sino que conservan la tensión para que sus opuestos tengan cierta firmeza a la que hacer frente, en una secuencia continua de contradicciones y relajaciones que duran fracciones de segundo.

 

Rigidez y Elasticidad

En el caso de la rigidez y la elasticidad, los huesos pueden impregnar una resistencia normal sin halar o partirse. Por lo demás, los sistemas sensoriales de los músculos, huesos y articulaciones asimismo resguardan contra las lesiones. Los micro sensores que posee dentro, así, como los tendones y ligamentos, valoran las tensiones y presiones sobre estas partes del cuerpo y remiten al cerebro mensajes nerviosos en los que estas sobrecargas se registran como molestia o dolor. La razón del dolor provoca el movimiento corporal.

 

Postura y Retroalimentación

Las señales de retroalimentación también proveen información al cerebro sobre la postura del cuerpo y las posiciones minuciosas de sus partes en lo que se conoce como sentido de la posición. Así sin tener que echar un vistazo o sentir, que una rodilla esta desigual o que los dedos están sujetando. Al instruirse una nueva habilidad motora, los ojos observan y la piel siente cómo se despliega el movimiento, mientras el cerebro concierta el control muscular del movimiento por ensayo y error.

Con la práctica, los patrones nerviosos motores y su retroalimentación se establecen y afinan hasta que el movimiento se torna automático. A partir de entonces lo organiza la parte inferior del encéfalo (el cerebelo) y ya no hemos de concentrarnos en él.

 

NOTA: Los sistemas del cuerpo humano que intervienen soporte y movimiento son: Sistema Esquelético, Sistema Muscular; además de los tipos de células, piel, pelo y uñas.