¿Cuáles son los trastornos del lenguaje?
Los trastornos del lenguaje son aquellas afecciones que padece una persona física o mentalmente, las cuales le impiden comunicarse correctamente con los demás. Estas afecciones pueden perjudicar el habla en sus distintos niveles: oral, escrito y mental. Los principales trastornos del lenguaje oral son:
- Afasia: cuando la persona no puede comunicarse por medio del lenguaje escrito u oral debido a una lesión en el cerebro.
- Afonía (Disfonía): cuando la persona pierde la voz parcialmente (disfonía) o completamente (afonía) debido a una lesión en la garganta.
- Disartria: cuando la persona tiene dificultad para articular las sílabas. Esto ocurre generalmente por intoxicaciones con barbitúricos o alcohol, o con una lesión en los nervios craneales.
- Disfemias: cuando las palabras son alteradas en su emisión, como es el caso del tartamudeo o el balbuceo.
- Disfonías: cuando hay una alteración en el timbre y el tono de la voz, como ocurre con el cambio de los estados de ánimo.
- Dislalia: cuando se reemplazan, omiten o alteran fonemas sin que haya lesiones en los órganos del habla, como ocurre con el lambdacismo, deltacismo, rotacismo, gammacismo, lalación y sigmacismo.
Otros problemas del lenguaje, ligados a la escritura, son:
- Agrafía: también conocida como alexia, son los problemas o la imposibilidad para expresarse por medio de la escritura.
- Disgrafia: hace referencia a graves problemas en los trazos de la escritura, como ocurre con la edad, el alcoholismo, la parálisis progresiva o la senilidad.
- Dislexia: cuando la persona al leer y escribir confunde el orden de las sílabas, palabras y frases.
Otros problemas del lenguaje, ligados principalmente a problemas psicológicos, son:
- Bradilalia: cuando la persona se comunica demasiado despacio, impidiendo la comprensión del mensaje por parte del receptor. Esto es frecuente cuando las personas sufren de depresión.
- Estereotipia verbal: cuando la persona repite una frase o una palabra que no tiene relación con la circunstancia en la que está. Esto es frecuente en pacientes con esquizofrenia.
- Jergafasia: cuando la persona tiene una enorme e incoherente locuacidad, compuesta por parafasias y perífrasis.
- Musitación: cuando la persona dice las palabras en voz baja, murmurando.
- Mutismo: cuando la persona no quiere o no puede emitir ninguna palabra, a pesar de que conoce el lenguaje y de que no tiene lesiones en los órganos del habla.
- Palilalia: cuando se repite involuntaria y espontáneamente una palabra o una frase. Esto es ocasionado usualmente por el debilitamiento de la inteligencia.
- Taquilalia: cuando un desequilibrio entre los movimientos de la boca y el influjo nervioso, de forma que el mensaje se dice tan rápido que no es comprensible. Esto ocurre usualmente en las personas con manías y adicciones.
- Verbigeración: cuando se repite frecuentemente una frase corta o un vocablo en medio del discurso. Esto es habitual en las personas con esquizofrenia y en las personas con deficiencia mental.
Además de estos problemas relacionados con lesiones corporales o trastornos psicológicos, también se pueden encontrar vicios del lenguaje que perjudican la comunicación efectiva. Estos se originan principalmente por la cultura a la que pertenece el individuo, quien pasa a imitar a otras personas que tienen estos vicios. Los principales vicios del lenguaje son:
- Anfibología: también conocida como ambigüedad, es cuando las frases se construyen de tal manera que pueden leerse de varias maneras. Por ejemplo: zapatos de piel de bebé (¿son zapatos hechos de piel de bebé o zapatos de piel para bebé?)
- Arcaísmo: cuando se utilizan palabras o locuciones entradas en desuso. Por ejemplo: aquí tengo mi currículum (en lugar de currículo).
- Barbarismo: cuando se construyen mal las palabras. Por ejemplo: novemil (en lugar de nueve mil). Nadies (en lugar de nadie).
- Cacofonía: cuando se construyen oraciones con sonidos semejantes, creando sonoridades desagradables. Por ejemplo: por la carretera rodaba la rodaja roja de roña (cacofonía con “r” y “rr”).
- Dequeísmo: cuando se utiliza incorrectamente la locución «de que» en lugar de «que». Por ejemplo: pensé de que querías ir conmigo (sobra el “de”).
- Extranjerismo: cuando se utilizan palabras de otro idioma innecesariamente. Por ejemplo: eres mi best friend. Sayonara, amigos.
- Hiato cacofónico: cuando se utilizan palabras con vocales iguales que generan una sonoridad desagradable. Por ejemplo: va a Albania (cacofonía con “a”).
- Hipercorrección: cuando se escribe o pronuncia una palabra pensando que tiene la forma de otra parecida. Por ejemplo: inflacción (en lugar de inflación).
- Idiotismo: cuando se usa el lenguaje sin acatar las reglas gramaticales. Por ejemplo: más mejor (sobra el “más”).
- Impropiedad: cuando se utilizan palabras dándole un significado diferente al que tienen. Por ejemplo: el río está lleno de pescados (en lugar de peces).
- Metátesis: cuando se modifican los sonidos de una palabra. Por ejemplo: me operaron del estógamo (en lugar de estómago). Salieron volando varios murciégalos (en lugar de murciélagos).
- Muletillas: también conocidos como bastoncillos, es cuando se repiten o se utilizan palabras innecesarias. Por ejemplo: entonces estalló la guerra. Entonces los soldados corrieron a guarecerse. (repetición innecesaria del “entonces”).
- Neologismo: cuando se utilizan palabras que realizan un giro nuevo en el lenguaje. Por ejemplo: blogósfera, para hacer referencia a una comunidad de blogs.
- Redundancia: también conocida como pleonasmo, es cuando se utilizan palabras que tienen significados semejantes y son innecesarias. Por ejemplo: subir arriba. Salir afuera. Bajar abajo.
- Solecismo: cuando se construyen oraciones que poseen errores sintácticos, que pueden ser de concordancia o por el mal uso de preposiciones. Por ejemplo: ha habido mucha lluvia (en lugar de ha habido mucha lluvia).
- Sonsonete: cuando se intercambian los fonemas de una palabra para producir sonidos desagradables. Por ejemplo. Es la zenzación (en lugar de sensación).
- Vulgarismo: cuando se utiliza el lenguaje de manera descuidada, escribiendo o pronunciando mal las palabras. Por ejemplo: istrumento (en lugar de instrumento).