¿Qué es la violencia laboral?
La violencia laboral es toda aquella acción o comportamiento que realiza una persona con la intención de provocarle un daño físico, moral o psicológico a otra persona de su mismo espacio laboral. De esta manera, la violencia puede ser ejercida en las relaciones horizontales, cuando un trabajador agrede a otro de su mismo rango; o en las relaciones verticales que hay en los espacios laborales, cuando un superior agrede a un subordinado o viceversa. Como una forma de proteger a los empleados para que no sufran este tipo de maltratos, varias empresas y distintos países han formulado normas y leyes que limitan la interacción entre empleados de una misma empresa u organización, así como también han facilitado canales para hacer denuncias y para tomar medidas en los casos en que se presente violencia laboral.
Entre las formas más comunes de violencia laboral se encuentran las agresiones físicas, la difusión de falsos rumores, la obstaculización del trabajo, los insultos, los gritos, las humillaciones, el robo y la destrucción de las pertenencias y la información, la discriminación, y la falta de comunicación cuando el trabajador necesita ayuda. Según un informe publicado por la Seguridad Ocupacional y el Centro Canadiense de Salud, las profesiones que están más expuestas a la violencia laboral son los guardas y los vigilantes de centros penitenciarios, los docentes, los trabajadores de la salud, los trabajadores de servicios sociales, los empleados de obras públicas, los agentes de policía, los trabajadores minoristas y los comerciantes.
La violencia laboral tiene consecuencias directas en la víctima de la agresión, principalmente en su autoestima. Esto puede ocasionar que no se sienta segura dentro del espacio de trabajo y no quiera interactuar con otros empleados, reduciendo la comunicación y cooperación con los otros, con lo que se reduce su propia productividad y la de los demás. Si la violencia se da delante de más personas, se puede crear un mal ambiente laboral que termine por reducir la productividad y la organización, generando desconfianza entre los miembros de la empresa. En muchos casos, las víctimas deciden retirarse de la empresa donde trabajan para dejar de recibir abusos de este tipo, especialmente cuando el agresor goza de poder y no puede ser denunciada apropiadamente sin que haya consecuencias para el denunciante.
Más allá de estas consecuencias directas, la violencia general ha desembocado muchas veces en tragedias, pues las víctimas en algunos casos buscan vengarse de sus agresores y de sus cómplices. En otras ocasiones, las personas han agredido a sus compañeros, superiores o subalternos movidos por ideologías o extremismos. Un ejemplo de lo anterior dicho es Patrick Henry Sherrill, un hombre de 44 años que trabaja como cartero en Edmond, Oklahoma. Después de ser reprendido fuertemente por dos supervisores, Patrick fue al día siguiente y asesinó a catorce de sus compañeros e hirió a seis más antes de dispararse a sí mismo. Un hecho similar ocurrió en Moneta, Virginia, cuando el exreportero Vester Lee Flanagan asesinó a dos de sus antiguos colegas porque se sentía furioso con la estación para la que había trabajado, WDBJ-TV de Roanoke.
¿Cuáles son los tipos de violencia laboral?
La violencia laboral puede suscitarse de distintas formas:
- Agresión física: cuando una persona golpea a otra de su mismo espacio de trabajo, causándole una herida o un daño físico.
- Acoso sexual: cuando una persona le sugiere insistentemente a otra que le interesa sexualmente, desestabilizando a su víctima y haciéndola sentir acorralada en su espacio de trabajo. Esta conducta puede manifestar de múltiples formas, a través de comentarios, miradas, movimientos o incluso contacto corporal.
- Acoso psicológico: cuando una persona agrede a otra con sus palabras o actitud, usualmente con la intención de humillar a su víctima y de hacerla sentir mal consigo misma o de ponerla en ridículo frente a sus compañeros.