¿Qué es el chovinismo?
El chovinismo, también conocido como chauvinismo o patrioterismo, es la ida según la cual la región o el país propio es mejor que cualquier otro del mundo en cualquiera o en todos sus aspectos. El término fue acuñado a partir del apellido del soldado imaginario francés Nicolas Chauvin, quien aparece como personaje en la comedia de los hermanos Cogniard La Escarapela Tricolor (La cocarde tricolore). Según esta historia, Nicolas Chauvin habría nacido en Rochefort, Francia, en 1780. A sus 18 años, se enlistó en el Primer Ejército de la República Francesa y luego peleó dentro de La Grande Armée comandada por Napoleón Bonaparte. A lo largo de su servicio, fue herido 17 veces, por lo cual poseía mutilaciones y desfiguraciones en todo su cuerpo. Aun así, mantenía su lealtad a Francia y a Napoleón, quien terminó condecorándolo por su devoción con el Sable de Honor y con una pensión de 200 francos. Una vez fue derrotado el emperador francés, Chauvin fue ridiculizado por su idealismo e ironizado en varias obras más del teatro Vodevil. Así, surgió el término “chovinismo” para burlarse del nacionalismo extremo.
Dentro de la retórica, el chovinismo es una falacia etnocéntrica, ídola fori, que pueden emplear ciertas personas, principalmente aspirantes a cargos públicos, para conseguir el apoyo de la población. De esta manera, las personas pensarán que el candidato o funcionario está representando los valores de la nación. Así, esta clase de discursos apela más al pathos, a la pasión, de los espectadores que a su lógica. Los orígenes del chovinismo pueden rastrearse en el Romanticismo, cuando se pensaba que cada nación o pueblo tenía una personalidad y un carácter propios para las personas de su población. Luego de la Segunda Guerra Mundial, cuando el nacionalismo alcanzó su máxima expresión en los sistemas fascistas, y con la llegada de la globalización, el chovinismo ha dejado de ser una preocupación importante en el tablero político mundial; aunque muchos candidatos políticos y gobernantes todavía tienen algunas de sus prácticas, como la victimización, la exaltación de la patria y el ataque a otras naciones.
Algunos autores también hablan de chovinismo de géneros. Así, el término de “chovinismo masculino” fue acuñado en 1935 por el dramaturgo estadounidense Clifford Odets en su obra Till the Day I Die. Según la investigadora Cynthia B. Lloyd, este tipo de chovinismo, que puede usarse como sinónimo de machismo, surgió cuando los excombatientes de la Segunda Guerra Mundial volvieron al mundo laboral y encontraron que habían sido reemplazados por las mujeres en distintos puestos. Así, el chovinismo masculino se erigió como una defensa de ese lugar perdido, relegando a las mujeres a trabajos secundarios. Feministas como Betty Friedan y Ariel Levy han utilizado el término de “chovinismo femenino” para criticar algunos elementos del feminismo que repiten los estereotipos machistas.