¿Qué son las comillas?
Las comillas son un signo ortográfico para diferenciar los diferentes niveles de una oración. Las oraciones encerradas dentro de comillas pueden ir seguidas de un cualquier signo de puntuación, si así lo amerita, como el punto (.), la coma (,) y el punto y coma (;). El texto dentro de las comillas debe ir precedido y seguido de las comillas, sin ningún espacio entre uno y otro. Los tipos más usuales de comillas existentes son:
Comillas angulares: también conocidas como comillas españolas, latinas o bajas, son las más utilizadas en el mundo hispanohablante. Para abrirlas, se utiliza el signo («) y para cerrarlas se utiliza el signo (»).
Comillas altas: también conocidas como comillas inglesas, son utilizadas principalmente en el mundo anglosajón. Para abrirlas, se utiliza cualquiera de los signos (❝) (“) (“), y para cerrarlas se emplea cualquier de los signos (❞) (”) (“).
Comillas simples: son las menos frecuentes. Para abrirlas, se utiliza cualquier de los signos (❛) (‘) (‘), y para cerrarlas, cualquier de los signos (❜) (’) (‘).
Pese a que se tiene la creencia de que los tres tipos de comillas pueden emplearse indistintamente, y así lo corrobora la Ortografía de la lengua española publicada en 1999, lo cierto es que actualmente se diferencian sus usos, especialmente cuando los textos tienen entrecomillados dentro de otras comillas anteriores. El Diccionario panhispánico de dudas
En el sistema Braille, las comillas, cualquiera sea su tipo, se representan de la siguiente forma:
¿Cuál es el uso de las comillas?
Las comillas se utilizan con los siguientes fines:
- Introducir una cita textual con una extensión menor a tres o cuatro líneas. Por ejemplo: tal y como lo anota García «todo ocurre por una razón».
- Señalar una palabra o palabras utilizadas con una intención particular. Por ejemplo: y entonces él dijo que «todo» estaría bien.
- Señalar una palabra o palabra usadas con ironía. Por ejemplo: sí, está muy “bueno” tu trabajo.
- Distinguir el título de una obra dentro de un texto en cursiva. Por ejemplo: Introducción a «Esperando a Godot».
- Dar la definición de una palabra o locución. Por ejemplo: «incauto», que no tiene cautela.
- Introducir los pensamientos de una persona en una obra narrativa. Por ejemplo: Juan pensó: «tal vez no debería hacer esto».
Las comillas no deben emplearse ni para introducir extranjerismo, para lo cual se usa la letra cursiva, ni para escribir seudónimos o apodos, para lo cual basta con el uso de la mayúscula inicial.