¿Qué es el fanatismo?
El fanatismo es la actitud de un individuo que muestra una pasión desmesurada hacia un objeto o una persona, sea esta real o imaginaria. El fanatismo puede manifestarse como una defensa acérrima de una religión, un deporte, una persona, un colectivo, una ideología, un pasatiempo, etc., rechazando cualquier juicio que ponga en duda la honorabilidad y la buena imagen del objeto del fanatismo. Esta actitud puede ser peligrosa para la vida en sociedad, pues despoja a los demás individuos, en especial a aquellos que no comparten el fanatismo, de su humanidad y los convierte en objetos de odio. Es por ello que, en casos extremos y obsesivos de fanatismo, se puede ver como un fanático o un grupo de fanáticos violenta a otras personas ya las instituciones. El fanatismo puede verse en distintas etapas del ser humano, aunque tienen una incidencia mayor durante la adolescencia. Es por ello que las sectas apuntan a esta clase de público cuando buscan anexionar adeptos.
¿Cuáles son las características del fanatismo?
Las principales características del fanatismo son:
Autoritarismo: necesidad de imponer la pasión propia en los demás, criticando la cultura y las creencias del otro por no ser iguales del fanático.
Discriminación: rechazo e intolerancia del fanático hacia aquellas personas que no comparten su forma de ver el mundo.
Dogmatismo: creencia en distintas convicciones, asociadas al objeto del fanatismo, que el fanático asimila sin ningún intento de duda.
Intransigencia: rechazo del fanático a la lectura crítica de sus convicciones por parte de otros.
Maniqueísmo: rechazo a las posiciones intermedias con respecto al objeto del fanatismo. De esta forma, se está a favor o en contra del fanático.
Reduccionismo: tendencia a evitar el pensamiento complejo sobre ciertas situaciones, reduciéndolo todo a “buenos” y “malos”. De esta forma, se simplifican todas las situaciones observadas y analizadas por el fanático, simplificando también el papel de los actores.