¿Qué son los huevos de Pascua?
Los huevos de Pascua son unos huevos de chocolate que se pintan y adornan para conmemorar la Pascua (Domingo de Resurrección). Esta tradición gastronómica se puede encontrar en países como Argentina, Alemania, Estados Unidos, Portugal, Eslovaquia, Polonia, Ucrania, Rumanía, Francia, Italia, España, Austria, República Checa, Suiza, Chile, Bolivia, Brasil y ciertas regiones de Uruguay, México y Medio Oriente. Así, es tradición que se les regale a los niños huevos de pascua de chocolate y que estos salgan a buscarlos en lugares públicos. Para cubrir esta demanda, las reposterías locales realizan estos y más dulces para la época, como los conejos de pascua. Los huevos usualmente están decorados y en muchos casos son bendecidos por un sacerdote. Tanto el conejo como el huevo se consideran como símbolos de fertilidad y, por tanto, de renacimiento, por lo que están relacionados con la resurrección cristiana; aunque el origen de estos es más bien pagano.
Algunos expertos han señalado que el origen de los huevos de Pascua se puede rastrear en la prehistoria, cuando los primeros seres humanos del hemisferio norte celebraban la llegada de la primavera porque traía consigo las aves migratorias y sus huevos, que servían de alimento durante esta época tan difícil del año en la cual las plantas apenas se estaban recuperando del invierno. Por ello, serviría como una reminiscencia de la Edad de Hielo, en la cual el ser humano se vio a obligado a transformar su dieta para adaptarse al intenso clima. También se puede encontrar el origen de este huevo en Ishtar, la diosa mesopotámica de la fertilidad que fue adorada por fenicios, babilonios, cananeos, asirios y hebreos, y que era representada por un huevo. También se puede encontrar en el símbolo del huevo de la resurrección de la cultura griega, que representaba a la princesa Ariadna y la ayuda que le había brindado a Teseo para salir del laberinto. Registros de este símbolo se pueden encontrar en una jarra encontrada en las ruinas de Troya y en un huevo encontrar en Perusa, Italia.
Otros expertos señalan que el huevo comenzó a ser parte de las celebraciones de Semana Santa en la antigüedad, cuando se consideraba que los huevos eran carne y que, por tanto, no podían ser consumidos durante la cuaresma. De todas formas, las gallinas seguían poniendo huevos, por lo cual estos eran conservados hasta la Pascua, cuando finalmente podían comerse. Sentada esta tradición, los huevos fueron acompañados en un primer momento de azúcar y después de chocolate, como los conocemos actualmente. Durante la Edad Media, los huevos que se intercambiaban eran de tortuga, a los cuales se les decoraba la cáscara y se les convertía en verdaderas obras de arte en muchos casos. Después de ello, se hizo tradición esconder los huevos e invitar a los niños a que los descubrieran. También se instauraron carreras con huevos sobre cucharas. Entretanto, en Oriente Medio y otros países del este de Asia se intercambian huevos de color carmesí, los cuales representan la sangre de Cristo.