¿Qué son las oraciones subordinadas adverbiales?
Una oración subordinada es un tipo de oración que tiene lugar dentro de una oración compleja o compuesta, realizando la misma función que cumple el adverbio dentro de una oración simple: realizar una acción lógica con la proposición principal o aportar información circunstancial sobre la proposición principal a la que hace referencia.
Tipos de oración subordinada adverbial
Como se ha dicho antes, existen dos tipos o clases de subordinación adverbial. Esta puede ser circunstancial (propia) o lógica (impropia). Estas dos grandes clases de subordinación se subdividen, a su vez, de la siguiente manera:
Subordinación adverbial circunstancial (propia)
En este tipo de subordinación adverbial se suministra información sobre la proposición principal. Esta información tiene tres formas que pueden ser:
De lugar (local): suministrando información acerca del momento en el que se realiza la acción. Por ejemplo: Canté donde me dijiste.
De tiempo (temporal): suministrando información acerca del lugar en el que se realiza la acción. Por ejemplo: Canté cuando me lo pediste. Canté luego de que lo pidieras. Canté antes.
De modo (modal): suministrando información acerca de la manera en la que se realiza la acción. Por ejemplo: Canté tal y como me pediste. Canté conforme a la partitura.
Subordinación adverbial lógica (impropia)
En este tipo de subordinación adverbial se crea una frase que sostiene relaciones causales, comparativas, condicionales o concesivas con respecto a la proposición principal.
Causales: le otorgan a la proposición principal una causa, un propósito. Por ejemplo: Comí porque tenía hambre
Concesivas: relacionan a la proposición principal con un suceso inesperado o inconveniente. Por ejemplo: Comí a pesar de estar lleno. Iríamos a la fiesta aunque lloviera. Me quedé por más que me dijeron que no.
Comparativas: realizan una comparación en calidad de inferior, superior o igual a la proposición principal. Por ejemplo: Comió tanto como yo. Fue a la fiesta al igual que ella. Me quedé a diferencia de ti.
Condicionales: enuncian una condición para que la proposición principal sea posible. Por ejemplo: Me voy si sigues comiendo. Me pierdes en el caso de que vayas a la fiesta. No me quedaría de no estar tú.
Finales: enuncia una consecuencia última que es originada por la proposición principal. Por ejemplo: Comí con el propósito de acabarlo todo. Voy a la fiesta para que todo quede zanjado. No me quedé con el propósito de verte así.