¿Qué es un texto argumentativo?
Un texto argumentativo es aquel que tiene como propósito defender una tesis sobre algún asunto particular. Para lograr esto, no sólo se hace uso de la argumentación, sino también de la exposición. Esto se debe a que el propósito del texto es persuadir al lector por medio de referencias y argumentos que finalmente llevan a una conclusión.
El texto argumentativo tiene múltiples usos en el campo académico, pues desarrolla en el estudiante la capacidad para sustentar sus puntos de vista. De igual forma, tiene usos en el campo jurídico, cuando abogado defiende a su cliente; político, cuando un candidato a un cargo público quiere sustentar su plan de gobierno o se enfrenta en un debate contra los otros candidatos; crítico, cuando un reseñista hace una valoración de una obra y quiere justificarla; etc. De esta forma, es usado principalmente en ensayos, artículos, reseñas, monografías, etc.
¿Cómo se escribe un texto argumentativo? ¿Cuál es la estructura de un texto argumentativo?
El texto argumentativo, dado que tiene como finalidad evidenciar una tesis, necesita de una reflexión previa sobre una cuestión. Una vez se ha delimitado el tema y se ha pensado qué posición se tiene al respecto, es necesario formular dicha opinión o idea en una frase concisa y clara que pueda servir de conclusión. Por ejemplo: los seres humanos son malvados por naturaleza. A esta primera frase, o tesis, se le puede formar como una interrogación para abrir el texto o para titularlo: ¿Los seres humanos son malvados por naturaleza?
Teniendo esto, es necesario construir un primer párrafo que sea meramente expositivo, en el que se evidencia cuál es el problema en cuestión y cuáles son las razones por las cuales se aborda. Luego vendrá un párrafo o unos párrafos, dependiendo de la extensión, en donde se señalen una serie de argumentos que sustenten la tesis. Finalmente, en una relación de causalidad con todo lo anterior, se llegará a una conclusión que verifique o no la tesis.
En cuanto al lenguaje, lo más recomendable es usar palabras claras y una prosa que no dé lugar a malentendidos. Para generar la sensación de causalidad, de causa y efecto entre los distintos tipos de argumento, es necesario el uso de conectores textuales (así, por lo tanto, de tal manera, sin embargo, no obstante, finalmente, por ejemplo, en resumen, es probable, de igual forma, etc.)
Tipos de argumento
Algunos de los tipos de argumento más comunes son:
- Argumento de autoridad: en el cual se cita el trabajo de otro autor con prestigio.
- Argumento analógico o con ejemplo: en el cual se referencia un ejemplo que ayuda a ilustrar lo que se bien argumentando.
- Argumento reformulativo: en el cual se repite la argumentación antes dada, pero con otras palabras para mejor comprensión.
- Argumento con contraste: en el cual se exponen argumentos adversos a los que sostiene el autor para rebatirlos.
- Argumento ético: en el cual se sustentan los argumentos a partir de los valores éticos o morales.
- Argumento basado en la experiencia: en el cual se sustentan los argumentos en experimentos que han tenido resultados comprobables.
- Argumento de interpelación: en el cual, a la manera de la mayéutica socrática, se le hacen cuestionamientos al interlocutor para que evalúe sus propios argumentos.
- Argumento en busca de falacias: en donde se buscan las falacias del interlocutor.
- Argumento hacia las definiciones: en donde se atacan las palabras que usa el interlocutor y no así el contenido de su discurso.
- Argumento hacia lo concreto: en donde se buscan los argumentos que estén más cercanos a los oyentes o espectadores para buscar su aprobación.