Se da para cualquier problema que afecta a los vasos sanguíneos que alimentan el encéfalo. El ictus cerebral, es uno de los más graves, ya que muere una persona de cada cinco de sus víctimas. Asimismo, es grave la hemorragia dentro del cráneo, que puede corresponder a un defecto de nacimiento o a una lesión en la cabeza. La migraña afecta a los vasos del cuero cabelludo y del encéfalo, pero no provoca pérdida funcional permanente.

Ictus Cerebral

El ictus se genera cuando el abastecimiento de sangre al cerebro se interrumpe por una oclusión o una hemorragia de una de las arterias que nutren este órgano.

Toda interrupción en el abastecimiento de sangre al cerebro priva a algunas de sus neuronas de oxígeno y nutrientes, debido a ello éstas ya no logran comunicarse con las partes del cuerpo que inervan, con la consiguiente pérdida funcional temporal o permanente. En la mayoría de individuos, los síntomas del ictus, debilidad y entumecimiento de un lado del cuerpo, trastornos visuales o del habla, dificultad para conservar el equilibrio aparecen en unos pocos segundos o minutos. La hospitalización inmediata y un control intensivo son esenciales para que haya alguna posibilidad de evitar la lesión cerebral. En algunos tipos de ictus pueden suministrar fármacos para disolver un coagulo sanguíneo. El tratamiento a largo plazo para reducir el riesgo de recaída depende de la causa del ictus.

Hemorragia Subaracnoidea

En raras ocasiones, una arteria contigua al cerebro se rompe espontáneamente y vierte sangre en el espacio subaracnoideo, entre las membranas aracnoides y pirámide.

El origen más frecuente de hemorragia subaracnoidea es lo ruptura de una aneurisma sacular o en baya, una dilatación anormal en forma de saco de una arteria cerebral. Otra causa significativa es la fractura de una malformación arteriovenosa, una maraña anormal de vasos sanguíneos. La hemorragia subaracnoidea puede ser fatal y requiere tratamiento urgente. Para detener la hemorragia de una aneurisma en baya se aplica una grapa en torno a su cuello o base. La distención o el anudamiento de los vasos pueden subsanarse a veces sin operar mediante inserción de un alambre con catéter o por radioterapia.

Migraña

Alrededor de una persona de cada 10 sufre de migraña. Los episodios de dolor de cabeza intenso se relacionan a veces con trastornos visuales, náuseas y vómitos.

La fuente subyacente de la migraña se desconoce, aunque se han observado cambios de diámetro de los vasos sanguíneos del cuero cabelludo y del cerebro, así como el papel desempeñado por la alteración de la actividad de la serotonina (sustancia química neurotransmisora). Entre los desencadenantes de la migraña figuran el estrés, saltarse comidas, la falta de sueño y algunos alimentos como el queso y el chocolate. En muchas mujeres la migraña está asociada al periodo de la menstruación.

Síntomas de la Migraña

Los dos tipos fundamentales de la migraña, son la migraña con aura y la migraña sin aura. En ambos tipos, a los síntomas principales les precede a veces una fase prodrómica, con ansiedad o cambios de humor, desviación de los sentidos del gusto y del olfato, y exceso o falta de energía. Las personas que sufren una migraña con aura sufren otros síntomas previos, entre ellos trastornos visuales como visión borrosa y destellos brillantes, hormigueo o sensación de debilidad en la cara o en un lado del cuerpo. Una migraña fuerte puede durar unas horas o hasta días (se asocian el dolor intenso y punzante a un lado de la cabeza, encima de un ojo o en torno a la sien).