La filosofía política es una de las ramas de la filosofía que se centra en el estudio de las relaciones entre la sociedad y los individuos, para lo que desarrolla conceptos como política, libertad, justicia, igualdad, gobierno, derechos, código legal o propiedad, entre muchos otros. Esta se diferencia de la Ciencia política en tanto no busca saber cómo fueron, son y van a ser los sucesos políticos, sino que teoriza cómo deberían ser. Dado que para autores como Charles Blattberg la política es el arte de solucionar conflictos dialogando, la filosofía política lo que hace es aportar cuestiones filosóficas a este diálogo. Para la metafísica, el principal problema de esta filosofía radica en pensar si lo fundamental es el individuo, por lo que nació la corriente del individualismo, o la comunidad, para lo que surgió la corriente del comunitarismo.

Historia de la filosofía política

Antigüedad

La filosofía política tuvo lugar dentro de las múltiples filosofías de la Antigua China, como el legalismo, el confucianismo, el taoísmo, el agriculturalismo y el moísmo, las cuales surgieron como respuesta a la crisis política y social que sufrió el país durante el periodo de los Reinos Combatientes. En India, el filósofo Artha-shastra realizó varios escritos sobre la gobernabilidad del estado indio, y se autodenomina como descendiente de filósofos políticos como Ushana, Parashará, Briuhaspati, Prachetasa Manu y ambi. En cuanto a la Antigua Grecia, esta estaba conformada por ciudades-estado que se organizaban en cuatro formas de gobierno: tiranía, timocracia, oligarquía y democracia, para las cuales se crearon todo tipo de filosofías políticas, de las cuales se destacan Política y Ética a Nicómaco, de Aristóteles y República, de Platón. Por su parte, los romanos heredaron la filosofía estoica, la cual buscaba la sabiduría y la felicidad al prescindir de lo material.

Edad Media

En la Edad Media la filosofía política se desarrolló a partir de la relación del individuo con las leyes de Dios y del cristianismo. En este periodo se buscó aunar la fe y la razón, y se destaca San Agustín, quien se separó los postulados romanos y el estoicismo e introdujo el concepto de Ciudad de Dios en su libro homónimo, en el cual dejó sentado que el mundo terrenal y el divino no podían ser los mismos. También se destaca Santo Tomás de Aquino, quien dejó sentadas cuatro tipos de ley: la eterna, que partía de la divinidad; la positiva divina, que había sido posicionada por Dios; la natural, que corresponde a la manera correcta de vivir que puede ser descubierta por la razón; y la humana, que corresponde a todas las normas creadas por el hombre.

Renacimiento

En el renacimiento, la filosofía política dejó a un lado las leyes de la cristiandad y comenzó a hacerse antropocéntrica. De este periodo se destaca principalmente El príncipe, escrito por Nicolás Maquiavelo

en 1512, en donde se buscó el pragmatismo de la política y se dejó sentado que las acciones buenas o malas sólo eran el medio para conseguir un fin. Esta línea de pensamiento fue continuada por el inglés Thomas Hobbes, quien promulgó el contrato social; aunque ambos autores creían que sólo a través de un poder fuerte y centralizado se podía evitar la crisis social.

Ilustración

En este periodo, la filosofía política se centró en dos cuestiones fundamentales: ¿por qué las personas se organizan en Estados? Y ¿cuál es la mejor forma en la que debería estar organizado un Estado? Por lo que se distinguieron los conceptos de Estado y gobierno, entendiendo por el primero las instituciones y por el segundo como las personas dentro de esas instituciones. Este periodo también se caracterizó por ser crítico con la Iglesia, que poseía un poder superior al de los mismos Estados. Es por ello que se buscó la creación de Estados laicos. De esta época se destacan pensadores como John Locke, Voltaire, Montesquieu y Jean-Jacques Rousseau.

Modernidad

Este periodo estuvo caracterizado por el liberalismo, el fascismo y el pensamiento de Marx y de Engels. La filosofía política se centró en el debate ejercido entre el socialismo y el capitalismo, con participación de anarquistas como Peter Kropotkin, Mijaíl Bakunin y Pierre-Joseph Proudhon. Por esta época, ocurrieron sucesos de vital importancia como la Revolución Rusa de 1917, la primera elección de partidos socialdemócratas o la Primera Guerra Mundial, que modificarían drásticamente el panorama de la política mundial.

Contemporaneidad

Luego de la Segunda Guerra Mundial, con el comunismo asentado en Cuba con Fidel Castro y en China con Mao Zedong, y con las protestas de mayo del 68, creció un interés hacia la denominada “nueva izquierda”, con lo que se buscó el fin del colonialismo y el reconocimiento de iguales derechos para las mujeres y las minorías. Por esas fechas surgieron movimientos filosóficos como la Escuela de Frankfurt, conformada por pensadores como Max Horkheimer, Theodor W. Adorno, Jürgen Habermas o Herbert Marcuse; o el postestructuralismo, promulgado por autores como Michel Foucault, Gilles Deleuze o Claude Lefort, quienes partían de la teoría marxista con un nuevo enfoque.