¿Qué son los genes dominantes y recesivos?

Dentro de la genética, se conoce como dominancia a las relaciones de dominación y recesividad entre los alelos o alelomorfos de un mismo gen. Si entendemos que un alelo es cada uno de los segmentos diferenciados en su secuencia que componen un gen y que producen determinadas funciones dentro del gen, podemos entender que la dominancia determina qué funciones y manifestaciones se impondrán sobre las otras en un gen y, por tanto, en un organismo. Así, por ejemplo, si un individuo homocigoto (dos alelos con la misma información) AA es verde y un individuo homocigoto aa es amarillo, se habla de dominancia cuando un individuo heterocigoto Aa es verde como AA, pues el alelo A domina al recesivo a. Estos conceptos son fundamentales para la genética clásica y las leyes de Mendel.

A continuación, uno de los ejemplos más clásicos de dominancia, observado en las características hereditarias de la semilla del guisante (pisum sativum), que puede ser lisa o redonda gracias al alelo dominante R o arrugada gracias al alelo recesivo r.

¿Cuáles genes son dominantes y cuáles recesivos?

Fue gracias a este y otros ejemplos que el concepto de dominancia se popularizó a comienzos del siglo XX, aun cuando había sido formulado por el padre de la genética, Gregor Mendel, hacia 1860. Fue así como Mendel tomó los diferentes tipos de guisantes y los cultivó primero en grupos separados, reproduciéndolos sexualmente y observando que no había cambios; no siendo así cuando los cruzó, obteniendo plantas híbridas que, al reproducirse de nuevo, mostraron los fenotipos originales a razón de 3:1.

La dominancia y la recesividad son cruciales para las características de los organismos que son heredadas por sus padres. Estas son independientes del sexo y no pueden saltarse una generación. Algunas de las principales características autosómicas dominantes son: pelo crespo, ojos oscuros, cabello oscuro, nariz ancha, piel morena, labios gruesos, glúteos grandes, vellos en el antebrazo, pico de viuda en el cabello y hoyuelos en la barbilla y mejillas. Las enfermedades con herencia autosómica dominante son: retinoblastoma, enfermedad de Huntington, enfermedad poliquística renal, síndrome de Kallman, hiperostosis cortical infantil, enfermedad de Caroli, enfermedad de Rendu-Osler-Weber, enfermedad de Cannon, displasia epifisaria múltiple, síndrome de Currarino, síndrome de von Hippel-Lindau, corea de Sydenham, atrofia dentato-rubro-pallidoluysian, ostogénesis imperfecta y distrofia miotónica de Steines, entre otras.

A continuación, un ejemplo de un gen monogénico y autosómico recesivo, en donde R es dominante y r recesivo.

Genes recesivos